Clotilde no creía en el destino, pero sí creía que las casualidades no existen, así que decidió seguir sus instintos: llamar a Matilda. Sentía que quería llamarla y que necesitaba saber de ella, de su nueva vida y de cómo estaba.
Esa llamada cambió muchas cosas, entre ellas, la forma de entender la amistad.
Matilda no se esperaba para nada la llamada de Clotilde, sobre todo, después del tiempo que pasó desde su viaje por la adopción. Así que Clotilde le explicó todo y le contó todo, la ampliación de la familia y la inauguración de su nueva escuela infantil.
Matilda le contó también algo muy importante que como siempre Clotilde nunca se espera porque Matilda era siempre de sorprender, como ya, los que seguís estas historias os habréis dado cuenta: Matilda se mudaba a Sevilla, sí con la bebé y con un nuevo trabajo. - Jajaja, debes estar de broma, ojalá tenerte aquí. - Decía de manera entrañable Clotilde. Matilda, más seria que nunca le dijo: - Clotilde parece mentira, yo no bromearía con algo así - Clotilde se quedó sin palabras durante unos minutos, así que, viendo que no reaccionaba, Matilda añadió: - ¡Clotilde! ¿No te alegras? - Clotilde, ante eso, dijo: - Te juro que es lo que llevaba queriendo desde que te vi por primera vez después de tantos años, Matilda, precisamente por eso no sabía cómo reaccionar, ¿Y cuándo te vienes? - Matilda le contó los detalles de cuándo podría irse y
demás y después de decirse cosas que ni en persona eran capaces de decirse, Clotilde colgó el teléfono totalmente exhausta, nerviosa y emocionada.
En ese momento pensó, que el valor de la amistad tenía más peso del que ella había pensado jamás, la percepción que ella tenía de la amistad no se asemejaba para nada a lo que había visto durante la conversación con Matilda.
Se había dado cuenta de que ni la distancia, ni el tiempo sin hablar, ni el no saber de la persona durante un tiempo indeterminado, no indicaba haber perdido la amistad, indicaba que la vida a veces te lleva por caminos que separan de aquellas personas con las que en esa época tenías más conexión.
El darse cuenta en ese mismo instante de que de verdad podía llamar a Matilda "Amiga" después de todo y que no había cambiado "nada" cómo quién dice, la emocionaba, ella siempre pensó que las relaciones de amistad no eran para siempre, realmente siempre pensó que no había un "para siempre", pero esta era una prueba de que un "para siempre" quizá no, pero un "por un presente" sí, ¿Qué quiere decir esto? Que cuando dos personas se vuelven a encontrar, lo importante es ese reencuentro y el permanecer, lo demás, vendrá o no vendrá, solito.
Gracias 🫂.
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