Un día normal. 1:29.
Mañana hay clase, es un Martes normal y corriente (por la hora que es). Yo tengo planeado que mañana... salga el sol, después... ya veremos. -¿Tú qué tienes planeado conmigo? +¿Yo? -Evidentemente, no hablo al aire, no me contesta. +El seguir contigo. -¿No decías que no te cabía ninguna duda de que seguirías conmigo? +Vamos a ver, seguir, sigo. -¿En qué sentido? +¿Qué somos? -¿Y tú me lo preguntas? lo sabes mejor que yo. +Ay... no. -Amigos. +Ya, sí... -¿Ves? y ahora empezaremos a dudar. +Yo nunca dudo. -Dejémoslo en el sentido que tú le has querido dar, ¿de acuerdo? +Pero... -Quiero complacerte hoy. +Soy muy realista y estás haciendo, por lo que me dices, que no lo sea. - Sé que lo eres, déjate llevar. + No quiero dejarme llevar, no soy así. -Yo no puedo evitar que te equivoques. + ¿Reconoces que siendo realista me estoy equivocando? ¿sabiendo tú también que me equivocaría si hiciese todo lo contrario? - Nada de eso, ser realista no es malo. +No entiendo nada