27/02/2020
Llegaba Gerardo de pasarse toda la mañana fuera con su adorada mascota cuando, después de abrir la puerta, sentarse, coger el móvil y leer una historia de instagram de uno de sus influencers favoritos estando sentado en su cama, se paró a pensar y reflexionó afirmando su pensamiento: 'el respeto tengo más que claro que se gana' y añadió: 'yo no soy capaz de respetar a alguien que me llama loco por pensar que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos'. Claro, después de todos estos pensamientos que tenía más que claros, llegó a otra conclusión más, que igual era demasiado radical, por no ser capaz de concebir que tenga que respetar a alguien que por pensar diferente, no lo respeta ni a él ni a los demás que piensan como él. Poco después, llegaron sus padres de tomar el sol fuera, cuando él, con su indignación interior, le preguntó a su madre: 'mamá, ¿soy muy radical por pensar que no puedo respetar o me cuesta muchísimo, respetar a una persona que no me respeta