viernes, 27 de noviembre de 2020

27/11/2020

 Amaneció a su lado, seguía aún dormida y Pablo se había levantado como siempre, antes que ella, se levantó, le dio un beso abrazándola, se vistió y se fue a trabajar. Ella siguió durmiendo y a la hora y media, se levantó, se dio cuenta de que se había ido y le escribió un mensaje como siempre hacía diciéndole: 'ten muy buen día mi amor, te quiero.'. Él era consciente de que ese mensaje lo recibiría todos los días de su vida. Se vistió, se preparó el desayuno y empezó a trabajar, como bien sabéis, trabajaba desde casa. Su madre había llamado por teléfono preguntando si tenía mucho lío porque le apetecía quedar con ella para tomar algo, echaba de menos pasar sus ratitos madre - hija con ella. Ella le dijo que tenía que trabajar y que si no le importaba que quedaran por la noche para cenar y la madre le dijo que si quedaban para cenar ella tenía que quedarse a dormir en casa y entonces Clotilde dijo que si era así, prefería quedar para almorzar al día siguiente; el pasar esa noche fuera de casa y dormir sin él, le suponía una ansiedad que no estaba dispuesta a provocar en ese momento. 

Cuando Pablo llegó a casa la vio sumergida en su trabajo y le dio un beso haciéndole notar lo mucho que la quería.

Cada día la relación mejoraba, tenían sus rachas malas, pero ambos sentían que cada día la cosa iba a mejor. confirmamos: su hilo rojo, ambos sentían que sería así. 

Sentía que el estrés que la mudanza supuso, merecía la pena si lo hacía con él.

Se dice siempre que el hilo rojo es la unión romántica de dos personas para siempre, y por siempre. 



lunes, 16 de noviembre de 2020

16/11/2020

 Clotilde decidió irse a vivir con su pareja a un piso en un barrio distinto del que vivían sus padres. La familia estaba especialmente contenta de que su hija por fin pudiera independizarse y que su trabajo a través de las redes sociales dieran sus frutos, después de tantos años currando en ello. El proceso de la mudanza, todos sabemos que es un estrés, Clotilde no era una persona especialmente paciente ni tenía un carácter que demostrara lo contrario. Hubo bastantes discusiones entre la pareja porque era la primera vez que organizaban y que se metían en una mudanza y suponía que Clotilde estuviera especialmente irascible y enfadada. Su pareja no hacía más que repetirle: - Como sigas así no sé si podré atreverme a dar más pasos en nuestra vida contigo.-. Clotilde se arrepentía constantemente de ser así, y siempre le pedía disculpas, sobre todo porque sabía que la que cometía el error, era ella. Al final siempre decía: - Si lo que más deseo del mundo, es pasar el resto de mi vida contigo, Pablo.- A lo que él respondía: - Con esa actitud, me demuestras lo contrario, mi amor, no te sirve pedirme perdón si tu actitud no la cambias, parece que tampoco tienes idea de las ganas que tengo de pasar el resto de mi vida contigo, ¿Crees que para mí esto no supone un esfuerzo? -. Clotilde se quedaba callada ante esas palabras y acababa llorando.

Momentos más tarde después de estos momentos tan tensos, Clotilde se fue a su habitación, se encerró y se pasó toda la tarde llorando, Pablo se había ido a trabajar. Su madre entró a la habitación y le dijo: - Cielo, ¿qué te ocurre? llevas horas llorando desde que llegaste de tu casa. - A lo que ella, entre sollozos, respondió: - Mamá, soy muy injusta con Pablo, no tengo consideración alguna, odio mi maldito carácter, me odio por ser así, ¿por qué lo soy, mamá? -. La conversación con su madre siempre la hacía recapacitar lo suficiente como para darse cuenta de que las relaciones siempre se basan en un quid procuo y ella sentía que en ese momento no lo fue, y no hacía más que pensar que en general, le hacía daño constantemente. Al día siguiente, después de haber dormido con él, ella se dijo así misma: 'no puedo seguir así.'. Se replanteó cambiar, y efectivamente, empezó al día siguiente. 

Los cambios siempre empiezan con pequeñas cosas, como el querer.




sábado, 7 de noviembre de 2020

7 de Noviembre de 2020

El amor nos hace mejores. El amor siempre nos hace crecer, cualquier tipo de amor. Un amor que sin contacto nace. Se percatan en el universo del amor que se siente. Se te inunda el cuerpo de sensaciones. Eso es estar viva, sentir algo. Levantas la mano y te acaricias el pelo queriendo decirte a ti misma 'sigo estando aquí'. Piensas que algunos genes humanos son maravillosos. Te planteas qué pasaría si dejáramos de existir y dejáramos al mundo solo. Te planteas tus sentimientos porque no sabes qué estás sintiendo ni si lo que estás sintiendo está bien y tampoco sabes si es real. A la vez que te planteas eso, te planteas que sigues viva, y que estás sintiendo, lo que significa que la vida te está dando una segunda oportunidad en lo que sea que hayas perdido.

Siempre vas creciendo, poco a poco siempre creces. Avanzas tanto para bien como para mal, porque lo malo te hace aprender y lo bueno siempre te hace crecer. 

Te estancas y tienes momentos en los que no te quieres mover de la cama porque te inunda la desmotivación, pero a pesar de eso, sigues adelante, continúas con tu vida porque a pesar de todo te acuerdas de que cuando te despiertas, el sol sigue saliendo, indicador de que la vida y tú, seguís.

Todo va a ir a mejor, dices, y efectivamente, es así. Te convences de que la cosa mejora y hay momentos en que es así. 

Tienes crisis emocionales del nivel querer romper algo, pero como no puedes porque estás en casa de tus padres, dejas todo lo que estás haciendo, apagas el ordenador, desconectas el disco duro, apagas la pantalla, apagas los altavoces y te vas al salón, te pones a ver una de las trilogías más sangrientas de la historia para sentir que alguien mata por ti porque tú no puedes. A este nivel, ves cómo con un lápiz desgastado, se puede matar a alguien clavándoselo en la yugular. Compruebas que con un libro metido hasta la garganta, le rompes la mandíbula a una persona y la matas. Alucinas con dichos acontecimientos y piensas: 'creo que por hoy, he tenido suficiente'. Efectivamente, tienes suficiente y cambias de película, ves una en la que también hay violencia pero también hay amor.

Hay escenas sexuales especialmente explícitas pero a nivel personal, te llena porque compruebas lo que piensas, es decir, que efectivamente, el amor llena más que la propia violencia. Si la violencia sólo se viera así, y no pudiera demostrarse físicamente, sólo serviría como forma de desahogo, pero piensas que el amor gana siempre a la violencia y que realmente, la violencia sólo genera más violencia.

Sientes que hay vocecitas que te hablan y te dicen 'sigue, por favor, sigue, levántate' y les haces caso porque resultan ser tus seres queridos, sigues, siempre sigues adelante. 

Poco a poco ves que todo sigue su curso aunque haya cosas que se han perdido por el camino, y cosas más importantes que tu propia vida. 



Una conversación que cambió sus vidas.

Clotilde no dejaba de darle vueltas a si la decisión que iba a tomar sería la mejor o no. Sabía que le quería y sabía que tener a sus hijos ...