7 de Noviembre de 2020

El amor nos hace mejores. El amor siempre nos hace crecer, cualquier tipo de amor. Un amor que sin contacto nace. Se percatan en el universo del amor que se siente. Se te inunda el cuerpo de sensaciones. Eso es estar viva, sentir algo. Levantas la mano y te acaricias el pelo queriendo decirte a ti misma 'sigo estando aquí'. Piensas que algunos genes humanos son maravillosos. Te planteas qué pasaría si dejáramos de existir y dejáramos al mundo solo. Te planteas tus sentimientos porque no sabes qué estás sintiendo ni si lo que estás sintiendo está bien y tampoco sabes si es real. A la vez que te planteas eso, te planteas que sigues viva, y que estás sintiendo, lo que significa que la vida te está dando una segunda oportunidad en lo que sea que hayas perdido.

Siempre vas creciendo, poco a poco siempre creces. Avanzas tanto para bien como para mal, porque lo malo te hace aprender y lo bueno siempre te hace crecer. 

Te estancas y tienes momentos en los que no te quieres mover de la cama porque te inunda la desmotivación, pero a pesar de eso, sigues adelante, continúas con tu vida porque a pesar de todo te acuerdas de que cuando te despiertas, el sol sigue saliendo, indicador de que la vida y tú, seguís.

Todo va a ir a mejor, dices, y efectivamente, es así. Te convences de que la cosa mejora y hay momentos en que es así. 

Tienes crisis emocionales del nivel querer romper algo, pero como no puedes porque estás en casa de tus padres, dejas todo lo que estás haciendo, apagas el ordenador, desconectas el disco duro, apagas la pantalla, apagas los altavoces y te vas al salón, te pones a ver una de las trilogías más sangrientas de la historia para sentir que alguien mata por ti porque tú no puedes. A este nivel, ves cómo con un lápiz desgastado, se puede matar a alguien clavándoselo en la yugular. Compruebas que con un libro metido hasta la garganta, le rompes la mandíbula a una persona y la matas. Alucinas con dichos acontecimientos y piensas: 'creo que por hoy, he tenido suficiente'. Efectivamente, tienes suficiente y cambias de película, ves una en la que también hay violencia pero también hay amor.

Hay escenas sexuales especialmente explícitas pero a nivel personal, te llena porque compruebas lo que piensas, es decir, que efectivamente, el amor llena más que la propia violencia. Si la violencia sólo se viera así, y no pudiera demostrarse físicamente, sólo serviría como forma de desahogo, pero piensas que el amor gana siempre a la violencia y que realmente, la violencia sólo genera más violencia.

Sientes que hay vocecitas que te hablan y te dicen 'sigue, por favor, sigue, levántate' y les haces caso porque resultan ser tus seres queridos, sigues, siempre sigues adelante. 

Poco a poco ves que todo sigue su curso aunque haya cosas que se han perdido por el camino, y cosas más importantes que tu propia vida. 



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