Clotilde no creía en el destino, pero sí creía que las casualidades no existen, así que decidió seguir sus instintos: llamar a Matilda. Sentía que quería llamarla y que necesitaba saber de ella, de su nueva vida y de cómo estaba. Esa llamada cambió muchas cosas, entre ellas, la forma de entender la amistad. Matilda no se esperaba para nada la llamada de Clotilde, sobre todo, después del tiempo que pasó desde su viaje por la adopción. Así que Clotilde le explicó todo y le contó todo, la ampliación de la familia y la inauguración de su nueva escuela infantil. Matilda le contó también algo muy importante que como siempre Clotilde nunca se espera porque Matilda era siempre de sorprender, como ya, los que seguís estas historias os habréis dado cuenta: Matilda se mudaba a Sevilla, sí con la bebé y con un nuevo trabajo. - Jajaja, debes estar de broma, ojalá tenerte aquí. - Decía de manera entrañable Clotilde. Matilda, más seria que nunca le dijo: - Clotilde parece mentira, yo no bromearía con...