Estaba Clotilde buscando asiento dentro del tren cuando de repente, miró hacia el frente y se encontró a un chico, joven, de estatura alta, delgado, con una piel que parecía muy suave, sin reflejos de ningún tipo de pelo en el cuerpo, le sorprendió porque es uno de los casos de alopecia más impactantes con los que se había topado. Le entraron ganas de hablar con el chico y preguntarle sobre él, conocerle y sobre todo, ver si le podía ayudar, a simple vista parecía un chico muy tierno. Pensó automáticamente que había algo más allá de una simple carencia de vello, pero se imaginó la situación en la que le preguntaba qué le ocurría y le gustó el momento, pero aún así, no se atrevió a hablarle, no quería incomodarle y realmente no sabía cómo le iba a sentar que una chica que no conocía de nada se atreviera a preguntarle sobre él, pero dentro de sí misma pensó que ojalá se equivocara y no fuera nada más allá de la caída fulminante de toda muestra de pelo, y cuando se bajó del tren,...