- 'Hola amor, ¿cómo estás?' - Decía ella cuando llegó a casa con los peques de su escuela infantil mientras le daba un beso. Él, con la ternura que le caracterizaba, le dijo -'Contigo siempre bien.'. Ella se había leído libros de autoayuda pensando que de verdad sólo los libros de autoayuda le ayudarían, pero no era consciente de que si no actuaba en consecuencia no conseguiría avanzar en su propósito de conocerse, de dejar de estar todos los días quejándose de todo, quejándose cuando la comida se le quemaba, quejándose porque llevaba muchas cosas y no podía con todo y nadie la ayudaba (o eso creía ella), entre otras muchas cosas. Había dado el paso importante de reconocer que ambos tenían un problema y poner remedio. Se obligó a pasar tiempo con ella misma y a tener momentos de introspección para conseguir avanzar más allá, conocer su problema real consigo misma. Sus hijos estaban bien atendidos, cuidados y sobre todo, amados, tanto por parte de papá como de mamá. No...