jueves, 28 de noviembre de 2019

28/11/2019

Hoy ha pasado una cosa muy curiosa, estaba buscando Gerardo un documento que envió a su hermana Rosalía por correo electrónico, pero resulta que no lo encontró, y... poniendo la dirección de correo electrónico de su hermana, encontró un mail que en el asunto ponía lo siguiente: 'conversación tuenti', fijaos, tuenti, que más agua pasada no puede ser. Le dio por curiosear el mail y hablaban sobre una publicación que tenía en uno de sus murales en tuenti, en la cual Gerardo buscaba la confianza de su hermana publicando un texto en dicha red social y en dicho mural. La respuesta de Rosalía en el mail fue además de un texto muy denso, la siguiente; 'La confianza es algo de lo más complicado de conseguir, se tarda mucho tiempo en ser ganada y poco tiempo en perderse, sólo necesitas fastidiarla una vez para perder la confianza de alguien.' Gerardo, después de leer dicho mail, se quedó un poco atónito y sin apenas respirar. Unos minutos después, se paró y pensó en su relación con Rosalía empezando desde antes de que se fuera hasta ahora, pero sobre todo pensó en lo siguiente: '¿Tendré la relación que tengo actualmente con mi hermana por haber perdido su confianza como dice en dicho mail?'. Su relación con Rosalía actualmente es demasiado distante, es como si apenas se conocieran, como si apenas fueran hermanos. Teniendo en cuenta que para él, ella es un referente en su vida, debemos pensar que la vida de Gerardo se tambalea si su relación con ella está así.
Unos minutos después de comprobar si había vuelto en sí, cerró el mail, dejó todo encima de la mesa del escritorio tal y como estaba y salió de casa, con la excusa de ir a la tienda que hay enfrente de su casa. La realidad fue la siguiente: se sentó en un banco del parque que tiene al lado, a pensar y a torturarse. ¿A qué le llevó todo esto? a nada. Cuando volvió y retomó lo que estaba haciendo, se dio cuenta de que todo esto había ocurrido hace 12 años, que todo esto lo habían hablado ambos, por eso estaba ese mail ahí. Pocos minutos después, volvió a coger el mail, y continuó viendo la conversación, y se dio cuenta de que todo había quedado resuelto, en la que no había quedado ningún fleco suelto, todo estaba recogido y más que recogido, su relación es así, y no va a cambiar, lo que significa que si algo tiene que cambiar entre ellos, cambiará, si no, están bien así y no hay nada que cambiar.
A veces las cosas no necesitan ser cambiadas, con dejarlas estar y dejarlas desarrollarse, es más que suficiente para conocerlas y saber actuar. 

miércoles, 20 de noviembre de 2019

21/11/2019

¿Qué os parecería si os dijera que nuestro chico deja de ser nuestro chico para ser Gerardo?
Sí, así es, Gerardo, aquel muchacho al que la tecnología absorbe, aquel muchacho que no sabe gestionar cómo le afecta y de qué manera lo que le ocurre a las personas que tiene alrededor y aquel muchacho que con su potencial ha llegado a sobrevivir a circunstancias de las que no todo el mundo sabe salir.
Aquel muchacho al que o bien se le quiere, o bien se le odia, ¿por qué odiar? porque él no aceptó de pequeño la famosa frase de Aristóteles que dice: 'la virtud está en el término medio', tanto es así, que ha llegado a perder a personas por el hecho de no saber gestionar los extremos emocionales que existen en la sociedad en la que vivimos. ¿Podrá gestionar ese problema emocional? ¿Será feliz siendo así? 
En sus relaciones siempre ha sido muy selectivo, ha dado más y ha dado menos por lo que creía que debía dar, aunque no fuese recíproco, pero sí porque siempre lo consideró oportuno. Ha sido y es fiel a sus creencias y principios, aunque ello suponga dar más o dar menos en las relaciones, tanto afectivas como románticas. Tuvo un amigo por el que dio muchísimo, que vivía cerquita relativamente de él, pero resulta, que un buen día, cuando salieron de fiesta, muy de noche que era ya, éste le dejó solo con otro de sus amigos cuando a éste último le estaba dando un ataque de ansiedad, así que Gerardo y su amigo se quedaron solos mientras su otro amigo se fue con el resto a continuar la fiesta. Justo en ese momento, Gerardo cogió su teléfono móvil y llamó a los padres de su amigo para informarles del problema y fue muy poco el tiempo que tardaron los padres en llegar. 
Días después, el amigo le habló para decirle que había hecho mal en quedarse con su otro amigo, que Gerardo era muy mal amigo, a lo que éste le contestó: 'no sabes lo que es la amistad cuando estás viendo que tu amigo está solo, viene buscando ayuda, le da un ataque de ansiedad y tú te piras.' A lo que el amigo le respondió: 'Nunca volverá a ser lo mismo, dalo por hecho.' Y la respuesta de Gerardo fue la siguiente: 'Te puedo jurar si quieres que nunca volverá a ser lo mismo.'.
Años después, paseando con su amigo por el pueblo, llamado Gibalvín, se encontró a este chico, y se saludaron ambos, a lo que el chico le dijo: 'Ay, a ver si nos vemos, ¿no?', y debo decir lo siguiente: nunca más volvieron a verse, por Gerardo.
Ha tenido relaciones amorosas en las que sólo una no fue equitativa por parte de Gerardo, y fue con la chica con la que salió hace 12 años, de la que creo que os hablé en anteriores post, en la que ella daba más que él, tenía una madurez que ya querría él haber tenido cuando tuvo su edad. El resto han sido objeto únicamente de sexo, diversión y nada más, cosa que él nunca buscó.
La base de todo esto es que actualmente las relaciones se basan en un interés que a veces no es recíproco y son relaciones actualmente muy selectivas, en las que Gerardo se ha visto inmerso sin saber salir, y no sabe gestionarlo porque sólo se ha visto metida en ellas. ¿Qué ocurre entonces?
Pues ocurre que cuando se encuentra con relaciones afectivas recíprocas, no sabe si está dando lo mismo, él está dando más o la otra persona está dando más, o si uno está dando menos que el otro.
Estamos actualmente perdiendo la humanidad dentro de las personas, ahí es donde quiero llegar con todo esto. 
GRACIAS. 

jueves, 14 de noviembre de 2019

14/11/2019

La adicción tecnológica es muy peligrosa, y os cuento por qué: 
Nuestro chico cuando sale, siempre sale con su móvil, para cualquier tipo de comunicación, pero cada vez que mira el móvil, no ve ninguna notificación o casi nunca ve ninguna notificación, pero aún así, lo mira, con esperanza de encontrar algo que el teléfono pudiera notificarle, cuando en realidad, no hay nada, y lo que hay, lo tiene delante, la gente con la que está, esa es la auténtica realidad. Cuando sale, ¿cómo puede esperar que la chica que le gusta le hable cuando no hablan y no tienen nada que decirse? ¿cómo puede esperar que su madre o su padre le llamen o le digan algo, cuando hace dos minutos les escribió diciéndoles que todo estaba bien? ¿cómo puede esperar que el resto de sus amigos que están al otro lado de la pantalla les hable o les diga algo, cuando... no tendrían por qué hacerlo? 
Todo esto tiene una respuesta muy simple, adicción, una adicción más real que el mundo en el que vivimos, estamos inmersos en un universo tecnológico tan inmenso que no nos damos cuenta de ello, y la humanidad en nosotros, está desapareciendo.
No tiene sentido que nuestro chico salga, vea a sus amigos, hable, se comunique, y dos minutos después de estar con ellos, coja el móvil porque le produce una sensación de inquietud terrible. No tiene sentido, que estando con sus padres, coja el móvil mientras están hablando.
No tiene sentido que en una reunión familiar, nuestro chico esté con el móvil y no mire la expresión de la cara del familiar con el que está hablando. ¿Qué puede haber tan importante en la pantalla? Ya os lo digo yo, nada tan importante como la expresión de la cara de su madre cuando se ríe o cuando llora, nada tan importante como los aspavientos de su padre cuando pide algo a alguno de sus hijos, nada tan importante como la vena que se le inflama a su hermana Clotilde cuando algo no le sale bien, nada tan importante como ver la cara de su mejor amigo cuando nuestro chico dice alguna tontería, nada como ver la cara de enfado de su amigo en cualquier circunstancia, aunque ni siquiera esté enfadado, nada como bailar con su futura chica mientras ve su expresión facial. Nada como disfrutar de todas esas esencias.
Lo que sí tiene sentido, es vivir, vivir con cada uno de los momentos que nos da la vida, vivir teniendo en cuenta que habrá cosas que nos producen toxicidad, pero saber gestionarlo o... intentarlo al menos. 
¿Qué le diríais a nuestro chico? 

jueves, 7 de noviembre de 2019

7/11/2019: 23:11

Nuestro chico se dio cuenta después de un tiempo de que tiene un proceso de madurez por delante muy importante y que tiene que asumir ciertas realidades. Asumir que su padre tiene cáncer y que aunque hace 15 años no lo veía como lo que es, eso no exime de tener que asumir esa realidad y luchar contra ella. Asumir que se quedó sin trabajo, asumir que le quedan meses muy duros para llegar hasta lo que quiere. Asumir que tiene que controlar sus emociones. Asumir que todo él en sí mismo tiene un potencial ingente con el que puede ser feliz él mismo sin necesitar nada más.
Clotilde se fue hace unos meses, lejos, a encontrarse a sí misma, y el chico lo pasó mal porque tenía la costumbre siempre de irse un ratito por la tarde cuando estaba aquí a su habitación a hablar de cosas sin importancia con él por el simple hecho de estar con él, y haberse tenido que desprender durante unos meses de eso pues le ha costado, además de tener la responsabilidad de cuidar de una criatura que se encontró sin su pilar más importante, esos meses han sido muy duros para él, aunque, ha vuelto, y ha vuelto siendo otra persona, y habiéndose encontrado, lo que significa que ahora también tiene que interiorizar que todo va a ir a mejor.
Su mejor amigo y él cada vez están mejor, se dan más vida el uno al otro y los dos se ven como almas que viajan juntas hacia un camino en común. Y... hablando de almas, la de nuestro chico está inmersa en un sin vivir por dos chicas que no dejan de estar en su pensamiento, una, es una compañera de clase en la que no deja de fijarse ni de mirarla desde que se dio cuenta de que existía, porque antes no se había fijado por la sencilla razón de que estaba bastante más concentrado en sus estudios, pero ahora pues... no para de mirarla, ni de pensar en ella, ha estado dos semanas sin poderse sentar a su lado y cuando esta última vez se sentó a su lado, fue... muy duro porque no pensaba que echaría tanto de menos su olor, su forma de sentarse, y su forma de echarse hacia el lado de nuestro chico como forma de apoyo... tan intenso y tan fuerte, que no deja de pensar y de desear, que el próximo día que se vean, pueda sentarse a su lado. Y por otra parte, otra chica con la que dejó de tener contacto hacía unos 20 años, vuelve a contactar con él después de todo ese tiempo manteniendo una conversación de lo más cordial, pasándole una foto con una amiga suya con la que compartían amistad los tres, y hablando de su vida profesional como si el tiempo no hubiera pasado jamás. Él no entiende por qué de repente ocurre esto, se pregunta qué intenciones puede tener, aunque por otra parte se pregunta si debería preguntarse tal cosa, demasiadas preguntas, ¿no?
Por otro lado, Rosaura trae muy buenas noticias en la familia de nuestro chico, va a ser madre, está de 3 meses y medio, y va a ser una niña maravillosa, lo que a él le da muchísima más vida. 
Como dije en anteriores publicaciones: un poeta muy conocido diría: 'voy a escribir los versos más tristes esta noche' pero yo diré: 'voy a escribir los párrafos más alegres esta noche' y ahora qué, ¿eh?
¡SALUDOS Y GRACIAS!




Una conversación que cambió sus vidas.

Clotilde no dejaba de darle vueltas a si la decisión que iba a tomar sería la mejor o no. Sabía que le quería y sabía que tener a sus hijos ...