jueves, 30 de abril de 2020

Jueves, 30 de Abril de 2020.

Clotilde tenía una idea de religión que era un tanto particular, creía en su propia religión, y la predicaba para ella, además, se sentía escuchada cuando predicaba cada noche. Ella creía en un ente especial y superior al que acudía para hablar y para desahogarse. Se sentía escuchada y sabía que la escuchaba porque al tiempo, cosas por las que había pedido y rezado cada noche, se cumplían, no al día siguiente de pedirla, pero sí al cabo del tiempo, justo en el momento en el que las cosas aún tienen solución y por las que además, ella luchaba y cogía fuerzas.
Se sentía fuerte cada día por hablar cada día con ese ser superior y por predicar cada noche, se sentía llena.
Hasta las cosas que parecen no tener solución, se superan y se siguen luchando hasta el final y por eso ella predicaba cada noche y estaba siempre respaldada por ese ser especial para ella. Además, siempre le daba las gracias por todo.
Siempre pedía por todos los que tenía a su alrededor y por los que no tenía a su alrededor.
La hacía feliz.
Es muy importante darse cuenta y respetar los actos de fe y de predicación a la religión, aunque nunca es bueno llegar a los extremos.

lunes, 27 de abril de 2020

Lunes, 27 de Abril

¿Os acordáis de chico que se encontró Clotilde en el tren volviendo de clase?
Pues... estaba ella sentada escribiendo en su diario todo lo que se iba ocurriendo y se acordó de repente del chico...
Se puso a investigar y... averiguó que estaba apuntado a una asociación a favor de la lucha contra el cáncer, que tenía 27 años y que estudiaba en un instituto el grado superior de administración y finanzas. Se quedó sorprendida porque quería contactar con él y había conseguido información para hacerlo. No se lo pensó dos veces e inmediatamente le habló por Facebook que fue donde había descubierto toda la información.
Le escribió diciéndole que era ella una chica que se encontró en el tren y que estaba interesada en él porque le había transmitido a simple vista, que era un buen chico.
Así es, el chico, sorprendido, le respondió y le dio su número de teléfono diciéndole que era muy amable, que no la recordaba, pero que agradecía tal interés de forma inmediata y sin pedir nada a cambio y que encantado de hablar con ella.
Empezaron a hablar por WhatsApp y a conocerse más hasta que se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Se hicieron muy amigos a medida que hablaban, él no paraba de agradecerle todo el interés y todo lo que hacía por él de forma desinteresada, estaba realmente encantado de haberla conocido.
Un buen día, ella decidió hablarle para preguntarle si le apetecía salir con ella a dar un paseo un Lunes, que era el día que ella tenía para salir.
Él, encantado, le dijo que por supuesto, que aprovecharía que tenía que hacer varias cosas y que estaría encantada de verla.
Llegó el maravilloso Lunes, y ella estaba muy nerviosa.
Se había arreglado, se había puesto preciosa, y cuando él la vio, le dijo: 'estás realmente preciosa, como la primera vez que te vi', a lo que ella le respondió: 'ah, pero... ¿realmente te habías fijado en mí?' y le dijo: 'Por supuesto, lo que pasa es que lo hice disimuladamente, siempre paso desapercibido, no iba a ser menos en esa ocasión'. Ella, después de tal respuesta, se quedó sin palabras, pero con un brillo en la cara que se veía a metros de distancia.
Fueron dando un paseo y terminando sus recados, se dieron un abrazo y un beso muy amistoso y dijeron: 'hablamos más tarde, ¿no?' a lo que ella respondió: 'por supuesto'
¿Qué podría pasar meses más tarde? ¡Ya lo descubriremos!

jueves, 23 de abril de 2020

Jueves 23 de Abril de 2020 (RECUERDOS)

¿Os acordáis de un amor especial de su antigua clase que tenía Gerardo? Sí, ya sabemos que Gerardo se ha ido de casa por trabajo, pero eso no significa que ese amor haya desaparecido. Ya hablamos de que Gerardo se había enganchado a la chica de su antigua clase.
Esa chica no ha desaparecido de su vida, él ya estaba fuera de todo ese entorno, no la había vuelto a ver ni la vería más, pero seguía estando en su gran corazón. Resulta que un día, deshaciéndose de sus apuntes de sus antiguos estudios, descubrió que tenía unos apuntes que tenía de la chica de su clase, y se quedó muy sorprendido después de ver dichos apuntes. Por su cabeza pasaron muchas cosas en ese momento, sentimientos, emociones, nostalgia... y no, no había pasado nada entre ellos, pero... algo habían despertado esos apuntes en él. Al día siguiente, se le ocurrió escribirle a la chica diciéndole que había descubierto que tenía sus apuntes y que estaba fuera, pero que podría escaneárselos y mandárselos por mail. La chica, muy amable y cercana, como siempre, le agradeció tal interés y le dijo que esperaba que todo fuera bien donde estuviera.
Esa noche, él no dejó de pensar en ella y de mirar la conversación por Whatsapp que habían tenido, que fueron sólo tres mensajes, pero los suficientes para que él no dejara de pensar en ella nunca ya.
Le empezó a gustar muy fuertemente la chica, y le dolía el hecho de tenerla tan lejos.
Pasaron meses y meses, en los que él se iba a trabajar, salía a la calle y en todo momento se encontraba con ella aunque no estuviera presente. Hacía su vida teniéndola a ella presente, hasta que un día, no aguantó más, le envió un texto enorme en el que declaraba sus sentimientos hacia ella, lo que le ocurría, lo que sentía y lo que estaba pasando en su vida, sin pensárselo demasiado, tenía claro que... o lo hacía, o no iba a poder seguir su vida normal, porque vivía sin vivir, simplemente pensando en ella. Se volvió como... ¿Quién lo diría? Loco, y le escribió.
Ella... tardó días en dar señales, pensó que no sabía muy bien qué hacer ni dónde meterse al recibir tal declaración de amor. Le llamó por teléfono preguntándole qué tal le iba, cómo estaba, dónde estaba viviendo y qué estaba haciendo. Él, muerto de la sorpresa, le respondió a todo y añadió: 'No... me dices nada del mensaje?' y ella le dijo: 'dame un día, por favor.'
Al día siguiente, efectivamente, se presentó la chica en la puerta de su casa, y le besó con tal fuerza, que no se separaron y su amor quedó fijado para siempre. Y cuando digo para siempre... es... Sí, dos años más tarde... Gerardo y la chica.. ¡se habían casado!
A veces, lo que parece que nada iba a unir a dos personas, acaba uniéndolas... ¡en santo matrimonio!

martes, 21 de abril de 2020

Martes, 21 de Abril de 2020

Clotilde estaba en su casa sentada frente a su ordenador, viendo recuerdos, fotografías, vídeos, de todas aquellas personas que pasaron, se quedaron y siguen en su vida. Hablamos tanto de familia, como de amigos, la familia que siempre se escoge.
Resulta que dándole vueltas a todo esto, Clotilde llegó a la conclusión de que igual, era más dependiente de las personas que la rodeaban de lo que ella pensaba.
Siempre tenía más en cuenta la opinión de los demás que la suya propia. La cuestión era que siempre se lo planteaba todo, y es que, además de ser insegura, siempre esperaba la aprobación de los demás, y sus decisiones en muchas ocasiones se basaban en opiniones de sus seres más queridos.
Eso también le afectaba y no para bien en su vida, puesto que el hecho de depender de esa forma de las personas que la rodeaban no hacía que ejerciera su total personalidad y la llevaban a tener discusiones y enfrentamientos porque normalmente siempre había variaciones sobre un mismo tema.
Después de pensarlo y pensarlo, llegó a la conclusión ella misma, de que esto debía cambiar, era una persona completamente distinta de las que tenía a su alrededor y quería. Así, que tomó la decisión de hablar con todos ellos y llegar a un acuerdo: que no es lo mismo tener en cuenta una opinión que llevarla a cabo y con ello, no tomar la decisión por una misma.
La inseguridad es una forma de depender emocionalmente de alguien, pero... ¿No dependemos de alguna u otra forma todos de todos los que queremos? Nuestra felicidad la compartimos siempre con todos aquellos que queremos, y si algo se descuadra de esa situación emocional, nuestras emociones también se descuadran, por lo que... a la conclusión que llegamos con todo esto es que... todo está en el término medio, podemos depender emocionalmente de alguien, siempre y cuando eso nos permita crecer y seguir siendo nosotros mismos, sin dejar de querer, amar, y desear todo lo mejor a todos aquellos que nos rodean y... sin dejar de tener en cuenta la opinión de ellos.

jueves, 16 de abril de 2020

Jueves, 16 de Abril de 2020.

Clotilde había salido un momento a comprar a la farmacia unos medicamentos para su nueva hermana, había salido con su perro también cuando de repente, escuchó un ruido que venía de lejos, no sabía de dónde, pero fue como una explosión que retumbaba dentro de sí misma, y no sabía de dónde venía, su perro se asustó tanto, que se escondió tras ella y tiró de ella para que volvieran a casa. Clotilde no podía irse, porque tenía que comprar los medicamentos, pero se tuvo que ir a otra farmacia, de lo mal y lo nervioso que estaba su perro allí.
En la otra farmacia, su perro parecía más calmado, pero algo seguía inquietándole, no se le terminaba de quitar el susto de la explosión, ¿De qué vendría tal explosión?
Pues... Resulta, que después de hacer todos los recados que tenía que hacer, llegó a su casa y les preguntó a sus padres y a su nueva hermana pequeña, si habían escuchado tal estruendo, y... para sorpresa de Clotilde, ninguno había escuchado nada, ninguno, sólo el perro porque se asustó y ella.
Clotilde se fue al cuarto junto con el perro y le dijo: 'tú lo has escuchado igual que yo, ¿Cómo es que ninguno lo escuchó? El perro la miraba girándole la cabeza, pero sin ningún gesto más.
¿Qué podría estar ocurriendo?
Ninguno lo sabía, los padres se sorprendieron porque ella escuchó algo que ellos no, y ella se asustó porque ella lo escuchó y sus padres y su hermana no.
¿Una situación de locos?

lunes, 13 de abril de 2020

Lunes, 13 de Abril de 2020

Vamos a hablar del miedo, aquel que sentimos cuando vemos que alguien de nuestro entorno está muy enfermo.
Aquel que sentimos cuando vemos que no sabemos afrontar una situación y estamos teniendo una reacción distinta a la que creemos que debemos tener.
Aquel que sentimos cuando una situación no da el resultado que debería dar.
Aquel que sentimos cuando alguien nos dice 'tenemos que hablar'
Aquel que sentimos cuando alguien nos dice: 'tienes que venir corriendo'
Aquel que sentimos cuando una situación nos supera.
Aquel que sentimos cuando nos dicen: 'ahora os decimos qué ha pasado', los momentos más horribles.
Aquel miedo que sientes cuando no puedes dormir porque sabes que algo va a pasar.
Aquel que sentimos cuando te enfrentas a una entrevista y no tienes los resultados hasta dentro de dos semanas y no sabes qué va a pasar con tu candidatura.
Aquel que sientes cuando tienes presión.
Aquel miedo que te acobarda.
Aquel miedo que sientes al enamorarte la primera vez y al no saber reaccionar en esa relación a la que te enfrentas.
Aquel miedo que tienes a que el amor que sientes no sea correspondido.
Aquel que sientes a fracasar.
Aquel que sienten algunos niños y niñas pequeños a la oscuridad.
Aquel que sientes a la reacción de otras personas a tus actos.
El miedo es una conducta natural del ser humano, que sentimos ante las situaciones de la vida, y tendemos a pensar en muchos momentos que el miedo es irracional, cuando es totalmente natural sentirlo y tenerlo, puesto que estamos vivos.






jueves, 9 de abril de 2020

Jueves, 9 de Abril de 2020

Resulta, que estaba Clotilde con sus padres en el salón, de noche ya, cuando, de repente, escucharon ruidos horribles de uno de sus vecinos, gritos, llantos, golpes fuertes que sonaban como si fueran dentro del piso de ellos.
Clotilde y sus padres, agitados y asustados, se fueron rápidamente hacia la puerta principal del piso, mirando a través de la mirilla y escuchando a través de las ventanas, a ver qué ocurría o si tenían que llamar a la policía. Todo fue a más, hasta que Clotilde cogió su móvil y llamó a la policía sin avisar a nadie y sin hacer mucho ruido. Justo después de llamar, Clotilde le escribió a su amiga diciéndole: 'hemos llamado a la policía' ¿por qué le escribiría a ella? por la sencilla razón de que ella era inspectora de policía, pero no estaba de servicio, por lo que ella la avisó para decirle que había llamado a su comisaría para que se encargaran del caso sus superiores.
Momentos más tarde, aparecieron en el portal dos agentes de policía que llamaron a la puerta del piso de Clotilde y sus padres. Ellos le contaron el caso. Los agentes llamaron inmediatamente después de la versión de nuestra familia, al piso del vecino, quien se sorprendió de ver a la policía. Éste, agitado, le contó a la policía lo que había ocurrido, totalmente inseguro y sin saber qué había ocurrido, cuando había sido en su piso. Todo era muy sospechoso. Los dos agentes se fueron, pero tanto los padres como Clotilde no se quedaron tranquilos y siguieron mirando por la ventana y la mirilla, buscando indicios de qué estaba ocurriendo. Descubrieron que su vecino había mentido a los dos agentes de policía, y grabaron desde su ventana lo que estaba pasando, pero ahora no había ruidos.
Clotilde acudió inmediatamente a su amiga y le envió la grabación que ella tenía en el móvil para que ella se encargara junto con sus compañeros del caso.
Los padres le dijeron a Clotilde que estaba yendo demasiado allá en el caso, y que al fin y al cabo, era su vecino y que tenían miedo de que él les hiciera algo si se enteraba de que estaban dando aviso a la policía de todo.
Clotilde les dijo que no se preocuparan de nada, que no tendrían por qué enterarse porque si la policía dijese algo, estarían poniendo en peligro sus vidas.
La inspectora de policía, amiga de Clotilde, pasó el caso a sus compañeros dejando en anónimo de quién había recibido la grabación.
Otros dos agentes de policía volvieron a aparecer en el piso directamente del vecino, con una orden de registro para averiguar qué estaba pasando, porque además, la policía había recibido más de una denuncia no sólo de la familia de Clotilde, sino de los demás vecinos.
Toda investigación llega a su fin cuando, descubren, gracias a la grabación de Clotilde y al testimonio forzado del vecino en cuestión, que los gritos, llantos y golpes, eran agresiones y amenazas del propio vecino a su hija. Clotilde y sus padres tenían a un agresor muy peligroso viviendo con ellos.
El agresor quedó detenido y su hija fue llevada a un centro de acogida, porque su madre había fallecido en un accidente de tráfico y sus parientes más cercanos habían renegado de ella.
Meses más tarde, a los padres de Clotilde les llenó tal sentimiento de generosidad, que fueron al centro de acogida para adoptar a la pequeña Lucía.
La pequeña, además de tener cubierta todas las necesidades básicas, tenía cubierta una de las más importantes, tener amor sentirse querida por su nueva familia.



lunes, 6 de abril de 2020

Lunes, 6 de Abril de 2020.

Hoy vamos a continuar con nuestra querida familia.
Gerardo se había ido de casa, y sólo estaba Clotilde, que, aunque fuera mayor, no se sentía preparada para salir. Sus padres estaban cada vez más mayores, necesitaban ayuda, y ya a ella le daba apuro tener que dejarles solos. Aún así, se dio cuenta también de que algo tenía que hacer con su vida, así que se puso a buscar trabajo como loca enfocado a los proyectos que había estado haciendo el año anterior, ayudada por Gerardo. Pero en vez de buscarlo como estuvo haciendo en su momento, fuera de su ciudad, lo buscó en su ciudad.
Buscó, buscó, y buscó, pero no encontró, y la situación tan difícil que existía, lo complicaba todo.
Así que se dedicó a traer dinero a casa, trabajando como ayudante en empresas que estaban en servicios mínimos demostrando que tenía titulación y profesionalidad suficiente para desarrollar dicho trabajo.
Se dio cuenta, a la fuerza ahorcan, de que el trabajo, puede dar otras salidas profesionales y que realmente no es difícil, lo difícil es meter la cabeza en algo, pero cuando la situación te obliga, metes la cabeza y terminas por descubrir mundos diferentes y sobre todo, ves cosas que nunca antes habías visto.
La vida viene y va, y nunca sabes por qué caminos te puede llevar, pero sí terminas descubriendo, que meter la cabeza en algo, te da salidas. Y justo eso era lo que le había ocurrido a nuestra querida Clotilde, había metido tanto la cabeza y le terminó por gustar tanto su trabajo, que la empresa para la que trabajaba, además de concederle un contrato indefinido, le concedieron la potestad de desarrollar su propio proyecto y llevarlo a cabo en la empresa por el talento que tenía y que había demostrado.
Terminó trabajando para esta empresa y cada año, se llevaban a cabo proyectos nuevos gracias a ella.
Terminó ganando más dinero que sus hermanos, además del potencial personal y emocional que desarrolló dentro de su propia ciudad y teniendo a sus padres cerca, que tan mal lo estaban pasando.
A veces en la vida ocurren situaciones que no te esperas nunca que ocurran porque como dije antes, la vida viene y va... y la Visa ahorro, también, amigos, tengan cuidado.

jueves, 2 de abril de 2020

Jueves, 2 de abril de 2020

Gerardo estaba sentado en la silla de su escritorio con su ordenador, encerrado en su habitación, cuando de repente, escuchó a sus padres discutir sobre él. No sabía por qué, ni a qué se debía. Salió de la habitación y les preguntó a sus padres qué pasaba, y su madre no hacía más que reprocharle que estaba todo el día en su habitación y que no hacía nada con su vida. Su padre era todo lo contrario, él sabía que algo había detrás de ese encerramiento con su ordenador en su habitación, y efectivamente, así era, Gerardo no hacía más que dar explicaciones sobre lo que estaba haciendo, que era crear proyectos para llevarlos a una empresa y encontrar trabajo para independizarse e irse de casa.
Su padre siempre le entendió, sabía que algo ocurría en la cabeza de aquel muchacho, sin que antes de todo esto, él diera algún tipo de explicación. Todo lo contrario a su madre, que siempre pensó que tenía muchos pájaros en la cabeza y que estaba muy perdido.
Después de tal bronca, sin llegar a un acuerdo, sus padres se fueron por separado a dar un paseo mientras Gerardo volvía a su misión.
Días más tarde, Gerardo comunicó a su familia mientras hacía la maleta que se iba a trabajar fuera de la ciudad, que le había salido un trabajo.
Su madre no se lo creyó, y le dijo que muy bien, pero que dentro de tres meses estaba de vuelta. Su padre le dio un abrazo y le dijo: 'te quiero, hijo.'
Al día siguiente, cuando llevaban a su hijo a la estación, a su padre se le saltaron las lágrimas, y su madre le consolaba diciéndole que no se preocupara tanto, que volvería en tres meses, a lo que su padre contestó: 'no va a volver, es definitivo.' con las lágrimas saltadas.
Cinco meses más tarde, nos veíamos a Gerardo fuera de su zona de confort, con un piso independiente y un trabajo estable. Su madre fue entonces cuando se puso a llorar fuerte y dijo: 'que se ha ido, Jesús'. y él respondió: 'ahora entiendes por qué me puse a llorar, ¿verdad?
La desconfianza no es un método efectivo en ninguna circunstancia, pero mucho menos, en un hijo.
La vida da muchas vueltas y lo que parece ser un simple juego, se puede convertir en un cambio para el resto de la vida.

Una conversación que cambió sus vidas.

Clotilde no dejaba de darle vueltas a si la decisión que iba a tomar sería la mejor o no. Sabía que le quería y sabía que tener a sus hijos ...