Se sentía fuerte cada día por hablar cada día con ese ser superior y por predicar cada noche, se sentía llena.
Hasta las cosas que parecen no tener solución, se superan y se siguen luchando hasta el final y por eso ella predicaba cada noche y estaba siempre respaldada por ese ser especial para ella. Además, siempre le daba las gracias por todo.
Siempre pedía por todos los que tenía a su alrededor y por los que no tenía a su alrededor.
La hacía feliz.
Es muy importante darse cuenta y respetar los actos de fe y de predicación a la religión, aunque nunca es bueno llegar a los extremos.
Siempre pedía por todos los que tenía a su alrededor y por los que no tenía a su alrededor.
La hacía feliz.
Es muy importante darse cuenta y respetar los actos de fe y de predicación a la religión, aunque nunca es bueno llegar a los extremos.
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