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Entradas

La llegada de Matilda.

Se avecinaba el día, el día en que Matilda llegaba a Sevilla con la bebé, bebé que aún no conocían Clotilde y Martín.  Al día siguiente, después de que Matilda se asentara en Sevilla con la bebé y viera a su familia, quedó con Clotilde. Por fin se reencontraron después de tanto tiempo y con la sorpresa más grande: las nuevas incorporaciones a cada familia. Fue una tarde y unas horas muy bonitas, donde por fin, la felicidad se respiraba en ambas familias recién ampliadas.  Clotilde estaba muy feliz de compartir algo que podía vivir con su amiga, pero también sentía la necesidad de compartir algo que no sólo fuese la maternidad, sentía que había perdido su esencia como mujer en muchas ocasiones. Esto no quería decir que se arrepintiera de ser madre ni de cada decisión que tomó con respecto a la maternidad, pero sí sentía que podía dar mucho más de sí y no sólo en la maternidad, sino como mujer. Antes de ser madre, era y es mujer, y eso, había muchos momentos que olvidaba que lo ...
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Martín y... ¿Su nueva cara?

Os he hablado poco de la situación personal y laboral de Martín y quería actualizaros. Martín como ya sabéis, había cambiado de trabajo, una mejora importante. Fue para él un cambio bastante duro, teniendo en cuenta que era como quien dice su primer trabajo "legal" y con unas condiciones que antes no había tenido, un ambiente donde realmente había tenido muy buena acogida y donde realmente había podido desarrollar todo su potencial en algo en lo que se había especializado cuando ya estaba con Clotilde de novios. El sentimiento que como ya sabéis, no mostraba demasiado, era un poco de nostalgia, era como si se hubiera ido de casa de sus padres porque se independizaba, pues era la misma sensación con un poco de rabia a la vez por no sentirse valorado en el último año. A pesar de estos sentimientos, valoraba cada detalle y cada palabra generosa y con profesionalidad que se hacía sobre él, pesaba eso mucho más que cualquier momento malo, malos momentos hay siempre y no tenía por ...

La llamada de la amistad.

Clotilde no creía en el destino, pero sí creía que las casualidades no existen, así que decidió seguir sus instintos: llamar a Matilda. Sentía que quería llamarla y que necesitaba saber de ella, de su nueva vida y de cómo estaba. Esa llamada cambió muchas cosas, entre ellas, la forma de entender la amistad. Matilda no se esperaba para nada la llamada de Clotilde, sobre todo, después del tiempo que pasó desde su viaje por la adopción. Así que Clotilde le explicó todo y le contó todo, la ampliación de la familia y la inauguración de su nueva escuela infantil. Matilda le contó también algo muy importante que como siempre Clotilde nunca se espera porque Matilda era siempre de sorprender, como ya, los que seguís estas historias os habréis dado cuenta: Matilda se mudaba a Sevilla, sí con la bebé y con un nuevo trabajo. - Jajaja, debes estar de broma, ojalá tenerte aquí. - Decía de manera entrañable Clotilde. Matilda, más seria que nunca le dijo: - Clotilde parece mentira, yo no bromearía con...

Una pregunta que desvela un tesoro oculto.

Resulta que estaba tumbada en la cama descansando con el teléfono cuando se le ocurrió coger el ordenador y ponerse a leer, sabía que tenía mucho estrés y sabía que se avecinaban momentos de mucho trabajo y tensión, pero como ya comenté en la publicación anterior, no se trataba de vivir en un mundo de rosas, sino de que las flores marchitas, volvieran a florecer. El volver a leer había despertado a una pregunta que jamás se había hecho antes: - Si me preguntaran qué es lo que realmente me gusta hacer en mi tiempo libre, ¿Sabría responder? Algo que parece tan simple, ¿tiene una fácil respuesta? - Era una pregunta que por suerte, para ella, tenía una relativa fácil respuesta, pasar tiempo de calidad con su marido y sus hijos, pero... ¿Y cuando no pueden estar ellos? ¿Y cuando ella está sola? Preguntas como esas y preguntas como "¿Qué considero tiempo de calidad y tiempo libre?" La atormentaban porque eran preguntas que jamás se había hecho ni planteado antes, y que no sabía res...

Lo que ya no es noticia - Publicación especial

Desgarrador, completamente desgarrador. ¿Por qué para valorar lo que tenemos, tenemos que pasar por tragedias tan grandes de las cuales unos pocos se benefician?  ¿Por qué hemos normalizado que sacar beneficio de los demás es algo bueno y no noticia? ¿Por qué hemos normalizado que lo que es normal es lo que sale en las noticias?  Hago hincapié en una de las publicaciones anteriores en la que cuestiono si realmente habremos perdido la condición de seres humanos, porque, el hecho de sacar partido de la tragedia de los demás, es perder la condición de ser seres humanos. Es demasiado desgarrador ver cada día, cómo nos estamos convirtiendo en máquinas creadas por nosotros mismos, absorbiendo todo aquello que creamos, y convirtiéndolo en maquinaria que controla todo, incluso emociones y sentimientos. Gracias por leerme. La publicación a la que hago referencia.

Cuando no dejas que la ansiedad se adueñe de ti.

La llegada del bebé, además de mucho amor, trajo también mucho, mucho cansancio consigo, más de lo habitual, pero sí que tenían que reconocer, que el amor se había multiplicado de nuevo. Se avecinaban rachas y épocas de mucho trabajo, y de mucho estrés, pero esta vez, Clotilde tenía claro, que no iba a permitir que el estrés se adueñara de ella. Como ya sabéis y si no, os lo cuento, Clotilde ha sido siempre una persona siempre que ha querido siempre tenerlo todo bajo control, y si algo no sabía si iba a ir bien o no, o si algo no salía como esperaba, la ansiedad se le subía por las paredes y el estrés aumentaba por momentos, pero esta vez, con la llegada del nuevo bebé, no iba a permitir que la ansiedad y el estrés no la dejaran disfrutar de lo que de verdad importa y le importaba, su familia, su bienestar y ante todo, el suyo propio.  Así, que tanto fue así que, una tarde, sabiendo que tenía que avanzar trabajo de las escuelas y que podía haber organizado mejores horarios para sus...

La llegada del bebé.

¡Clotilde se había puesto de parto! ¡LLEGABA LA BEBÉ! Sí, era una niña hermosísima, que estaba apuntito de nacer y de conocer a toda la familia que la esperaba con los brazos abiertos.  La espera se hizo interminable, pero por fin, llegaba.  Esa noche, Clotilde no pegó ojo en toda la noche, y Martín tampoco, los que sí que habían dormido plácidamente, eran sus hijos. A las 4 de la mañana se puso de parto y Martín corrió a avisar a la familia, y a dejar a los pequeños con los abuelos de urgencia para ir inmediatamente al hospital. Después de horas, muchas horas esperando a su llegada, al fin el momento había llegado: - ¿Familiares de Clotilde? - Martín, desesperado, atendió nervioso: - Yo, por favor, dígame que está todo bien -. El médico, con una sonrisa de oreja a oreja, dijo: - Mejor no pueden estar y más campeonas, no las he visto, venga conmigo - Martín, llorando, acompañó al médico y allí la vio, sonriendo y con la bebé en sus bracitos. - Ya está aquí amor - Dijo Clotilde...