Ir al contenido principal

Una pequeña dosis de realidad.

Sigo con el hilo pero desde un punto de vista distinto.
El chico del que últimamente estoy hablando tiene dos hermanas, con una se lleva 1 año y dos meses y con la otra se lleva 8. Una se llama Clotilde y la otra Rosalía. La mayor es Rosalía, con la que tiene una relación bastante diferente a la que tiene con Clotilde, con la que tiene una relación irrompible.
Rosalía se fue de casa con 19 años, un trabajo que dejaba bastante que desear y con 300 euros en el bolsillo. Hoy en día es la heroína de las heroínas. Ha cumplido su meta en la vida, ha formado una familia, tiene un trabajo que le llena, le hace feliz y le está convirtiendo en una mejor persona.
Pero... En cuanto a temas familiares, tengo que decir que hay diferencia de trato con cada uno de los miembros, en este caso con el protagonista, nuestro chico. No tienen una buena relación por mucho que ella lo quiera, no se conocen, no se tratan, por mucho que lo intentan, lo que siempre les ha matado ha sido el tiempo que se llevan, el hecho de que cuando él se fue, él era un crío y además siempre le ha tenido miedo por pensar que ella era superior a él, por lo que amedrantaba sin querer hacerlo.
Él, desde hace unos meses está intentando cambiar su relación, cambiar el rumbo de su relación, hacerle ver que él no es el chico que ella dejó en casa cuando se fue, pero es imposible, prácticamente imposible, está intentando hacerle ver que tiene sentimientos, que hay cosas que le molestan y que no.
Y todo esto se debe a que a él siempre le ha dado miedo ella, siempre, y a medida que él crecía, menos sabía cómo afrontarse al problema. Tanto es así, que se convertía en una persona distinta cuando ella estaba delante y nunca ha sabido demostrarle del todo qué clase de persona era él. No sabía que él había cambiado en todos los sentidos posibles, salía, bebía, se había enrollado con más de una tía sin tener resultado alguno, se había metido en la misma cama (sin hacer nada no penséis mal) con la que ahora es una gran amiga suya el primer día que se conocieron, vomitó en el coche de una amiga suya con su mejor amigo delante (no fue agradable para nada), en fin, había pasado ya por bastantes situaciones que ella desconocía por completo y jamás se imaginaría, tanto es así, que pensó que la última vez que se vieron, aunque fuese broma, le insinuó que quizá él era gay. Pues resulta ser que nuestro protagonista había dejado de ser quien era desde que Rosalía se fue. Clotilde había visto cada uno de sus pasos, prácticamente los había vivido con ella, y aunque había cosas que aún no se imaginaba, sabía sus pasos, la conocía, Rosalía no, pero Rosalía siempre ha querido saber de ella, aunque nunca ha sido capaz de compartir nada con ella, pero siempre se ha preocupado como si fuera su hijo, el problema estaba en que nuestro prota no necesitaba una madre, ya tenía una, necesitaba una hermana y no lo ha conseguido nunca. Son pensamientos que él tenía en la cabeza pero que rara vez los decía porque no sabía cómo hacerlo. 
Desde hace un tiempo, está teniendo algo de más cercanía, dentro de lo que la tecnología reconoce como 'cercanía' con Rosalía, hablando por whatsapp, telegram y tal, se dicen cosas serias, de todo tipo, han tenido hasta discusiones. Se puede decir que aunque no de la mejor forma posible, se está dejando ver. Y he aquí la cuestión final: ¿Será capaz nuestro prota de hacerse ver en persona con Rosalía y con el resto de su familia?

Comentarios

Entradas populares de este blog

19 de julio ya.

Por qué tendrá el chico que justificarse por todo aquello que hacía pensando que es lo mejor para él? Para su propia vida profesional, personal... Las decisiones que toma siempre las toma pensando en los suyos y en lo bien o mal que hará en su vida en un futuro. Pues eso se llama planear, y ni él ni ninguno de nosotros, sabemos planear el futuro, pero sí sabemos con quién queremos estar en él. No se trata de justificaciones, cada uno actúa según sus principios, sus circunstancias y su vida, en el caso de este chico, encauzándolo de la mejor manera posible y llevando a su gente siempre en sus planes, no tendría por qué justificarse con la gente que quiere cuando toma decisiones con respecto a su vida personal y profesional porque no por justificarse significa que lo incluya en sus planes ni el no hacerlo significa que no lo incluya, significa que la vida da muchas vueltas y las decisiones de este chico giran en torno ...

Grandes noticias.

Clotilde, su marido y sus hijos decidieron darse un descanso, tanto mental, como físico, y decidieron cogerse ambos unas vacaciones en Fuenlabrada, Madrid. Fueron unas vacaciones turísticas muy buenas, teniendo en cuenta que no era lo típico de playa, piscina o rutas de senderismo de invierno, qué va, sino eran unas vacaciones de dejar el piloto automático de su vida en Sevilla, para empezar unos días de paz, diversión, pasar tiempo de calidad con sus hijos, conocerse más cada uno y entre ellos y sobre todo, de conocer un sitio nuevo con su familia. Fue una semana, una semana en la que se estaban hospedando en un hotel de 4 estrellas - lo nunca visto antes en su familia - que tenía jacuzzi y todo lo que nunca habían probado. Tenían por supuesto, pasatiempos para bebés y niños pequeños. Los pequeños se lo pasaron increíblemente bien, y los adultos, aún más, y diréis 'anda, ¿y eso por qué?' sencillo, ver que sus hijos se lo estaban pasando increíblemente bien y que por fin, estab...

La decisión después del accidente.

 Después de tan trágico accidente, y unos días después de la visita al hospital de Clotilde y Martín, Matilda regresaba a casa habiéndose recuperado física y mentalmente, esto que había ocurrido había sido un antes y un después en su vida. Tanto Matilda como su marido Marcos, habían tomado una decisión, el volver a intentar quedarse embarazada lo habían descartado al 100% puesto que después de esto, significaba que tanto ella como el futuro o futura bebé estarían en peligro y no estaban dispuestos a ello. Clotilde y Martín, después de estar pendientes en todo momento de Matilda y ejerciendo sus labores habituales tanto con el trabajo como en su familia, fueron una tarde cualquiera de otoño a casa de Matilda y Marcos a ver cómo estaban. Tanto Marcos como Matilda no pudieron alegrarse más de verles y más con sus hijos. Marcos, emocionado, les dijo - Sentaos que os tenemos que contar algo muy importante y serio.- Martín, ante estas palabras, era la primera vez que se ponía tan nervios...