Por qué tendrá el chico que justificarse por todo aquello que hacía pensando que es lo mejor para él? Para su propia vida profesional, personal... Las decisiones que toma siempre las toma pensando en los suyos y en lo bien o mal que hará en su vida en un futuro. Pues eso se llama planear, y ni él ni ninguno de nosotros, sabemos planear el futuro, pero sí sabemos con quién queremos estar en él.
No se trata de justificaciones, cada uno actúa según sus principios, sus circunstancias y su vida, en el caso de este chico, encauzándolo de la mejor manera posible y llevando a su gente siempre en sus planes, no tendría por qué justificarse con la gente que quiere cuando toma decisiones con respecto a su vida personal y profesional porque no por justificarse significa que lo incluya en sus planes ni el no hacerlo significa que no lo incluya, significa que la vida da muchas vueltas y las decisiones de este chico giran en torno a sus principios y a su vida en todos sus aspectos.
Una tarde, reflexionando sobre esto y sobre todo en general, el chico pensó que debía pedir perdón por todas aquellas palabras en mal estado que soltó en momentos que no eran apropiados por impulsos indebidos, palabras que aludían al pasado, y a pasados que no era bueno recordar, ¿qué necesidad había? Lo curioso es que la conversación que tuvo un día de ejercicio con su mejor amigo empezó precisamente con la frase de: '¿Qué necesidad hay de soltar mierda donde no es necesario y cuando ya no lo es?' en relación a una situación que ocurrió y que se tornó a palabras necias que no debieron salir. Como diría Gandhi: 'cuida tus palabras, porque se volverán actos.' Qué razón tenía y qué poco caso le hizo nuestro chico en cuestión.
Esa misma tarde, además de pensar que debía hacerlo, lo hizo, habló consigo mismo en voz alta y pidió disculpas por esos impulsos que debió controlar.
No se sabe muy bien qué arreglaría con eso, y quizá no es limpio del todo, pero sí debió hacerlo y lo hizo.
Tambien dio las gracias por seguir viviendo.
Seguiremos.
Después de tan trágico accidente, y unos días después de la visita al hospital de Clotilde y Martín, Matilda regresaba a casa habiéndose recuperado física y mentalmente, esto que había ocurrido había sido un antes y un después en su vida. Tanto Matilda como su marido Marcos, habían tomado una decisión, el volver a intentar quedarse embarazada lo habían descartado al 100% puesto que después de esto, significaba que tanto ella como el futuro o futura bebé estarían en peligro y no estaban dispuestos a ello. Clotilde y Martín, después de estar pendientes en todo momento de Matilda y ejerciendo sus labores habituales tanto con el trabajo como en su familia, fueron una tarde cualquiera de otoño a casa de Matilda y Marcos a ver cómo estaban. Tanto Marcos como Matilda no pudieron alegrarse más de verles y más con sus hijos. Marcos, emocionado, les dijo - Sentaos que os tenemos que contar algo muy importante y serio.- Martín, ante estas palabras, era la primera vez que se ponía tan nervios...
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