Sigo con la historia de este chico.
'Voy a contar las historias más alegres esta noche' decía, basándose en Pablo Neruda.
Las historias son alegres, aunque ahora se siente algo perdido, agobiado y en tensión, la vida de adulto le sobrepasa, a veces se siente asfixiado aunque no lo parezca. Todos avanzan, él sigue apalancado buscando el camino adecuado hasta llegar a lo que quiere, que lo que quiere, bien sabe Dios que lo tiene claro, pero se siente, perdido, aturdido, con la cabeza en mil mundos que no llegan a ninguna parte.
Está feliz, se siente feliz, a los suyos les va bien, están avanzando, por fin están haciendo lo que quieren hacer y por fin todo va a mejor, la cosa avanza, pero tiene que encontrarse para así buscar el camino.
Tiene otro problema que ha de superar, uno muy gordo: dejar de pretender que la gente de lo que él espera que den. Eso está haciendo que no sepa quién es él porque cree que los demás lo saben mejor que él.
Conseguir confianza en él mismo, ese es uno de los caminos que le llevará a lo que quiere a la velocidad de la luz.
Sí he de decir, que es uno de los momentos más felices y decisivos de su vida así, que, seguimos progresando porque sigue mejorando su actitud y su vida con esa posición emocional.
Se siente agradecido por todos aquellos momentos felices por los que está pasando y por todos aquellas persona que hacen posible esos momentos aunque haya veces que los sienta lejos.
Después de tan trágico accidente, y unos días después de la visita al hospital de Clotilde y Martín, Matilda regresaba a casa habiéndose recuperado física y mentalmente, esto que había ocurrido había sido un antes y un después en su vida. Tanto Matilda como su marido Marcos, habían tomado una decisión, el volver a intentar quedarse embarazada lo habían descartado al 100% puesto que después de esto, significaba que tanto ella como el futuro o futura bebé estarían en peligro y no estaban dispuestos a ello. Clotilde y Martín, después de estar pendientes en todo momento de Matilda y ejerciendo sus labores habituales tanto con el trabajo como en su familia, fueron una tarde cualquiera de otoño a casa de Matilda y Marcos a ver cómo estaban. Tanto Marcos como Matilda no pudieron alegrarse más de verles y más con sus hijos. Marcos, emocionado, les dijo - Sentaos que os tenemos que contar algo muy importante y serio.- Martín, ante estas palabras, era la primera vez que se ponía tan nervios...
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