Ir al contenido principal

20/09/2019

¿Seguimos con la historia de nuestro chico? aquí la tenéis:
Después de dejar atrás el miedo a quedarse sin trabajo, asumiendo que poco a poco dejarían de contar con él, ahora le entra el miedo más importante de todos: miedo a perder a su padre. Los niveles están subiendo, pero no se sabe a qué grado y tampoco sabemos si se mantiene estable. 
Esto le consume por dentro, él no se estabiliza a ningún nivel, y le está afectando a su estado mental. 
Por otra parte, necesita encontrar trabajo estable, las oposiciones se lo pueden dar a largo plazo, pero lo necesita ya.
Esta preocupación le ocupa el 90% del tiempo, y más, observando ayer, que su madre se derrumbaba después de enterarse por su padre, de que le habían cambiado la cita del médico para 4 días antes. El verla ayer llorar y derrumbarse, situación que no había ocurrido antes en relación a esto, lo hundió en la más mísera mierda y el resto del día, él no remontó, se llevó todo el día, con ojos apagados, en un bucle emocional del que no supo salir. 
Lo cierto es, que él se encuentra actualmente perdido, durmiendo más de lo que debiera, sin motivación, sin organización mental, con miedo que no sabe cómo gestionar, siguiendo su vida en busca de su camino.
Dicho todo esto, debemos dar las gracias, por estar, por permanecer y por valorar aquello que realmente importa, y disfrutar de las cosas y momentos que la vida nos ha traído. 
Gracias.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La decisión después del accidente.

 Después de tan trágico accidente, y unos días después de la visita al hospital de Clotilde y Martín, Matilda regresaba a casa habiéndose recuperado física y mentalmente, esto que había ocurrido había sido un antes y un después en su vida. Tanto Matilda como su marido Marcos, habían tomado una decisión, el volver a intentar quedarse embarazada lo habían descartado al 100% puesto que después de esto, significaba que tanto ella como el futuro o futura bebé estarían en peligro y no estaban dispuestos a ello. Clotilde y Martín, después de estar pendientes en todo momento de Matilda y ejerciendo sus labores habituales tanto con el trabajo como en su familia, fueron una tarde cualquiera de otoño a casa de Matilda y Marcos a ver cómo estaban. Tanto Marcos como Matilda no pudieron alegrarse más de verles y más con sus hijos. Marcos, emocionado, les dijo - Sentaos que os tenemos que contar algo muy importante y serio.- Martín, ante estas palabras, era la primera vez que se ponía tan nervios...

Grandes noticias.

Clotilde, su marido y sus hijos decidieron darse un descanso, tanto mental, como físico, y decidieron cogerse ambos unas vacaciones en Fuenlabrada, Madrid. Fueron unas vacaciones turísticas muy buenas, teniendo en cuenta que no era lo típico de playa, piscina o rutas de senderismo de invierno, qué va, sino eran unas vacaciones de dejar el piloto automático de su vida en Sevilla, para empezar unos días de paz, diversión, pasar tiempo de calidad con sus hijos, conocerse más cada uno y entre ellos y sobre todo, de conocer un sitio nuevo con su familia. Fue una semana, una semana en la que se estaban hospedando en un hotel de 4 estrellas - lo nunca visto antes en su familia - que tenía jacuzzi y todo lo que nunca habían probado. Tenían por supuesto, pasatiempos para bebés y niños pequeños. Los pequeños se lo pasaron increíblemente bien, y los adultos, aún más, y diréis 'anda, ¿y eso por qué?' sencillo, ver que sus hijos se lo estaban pasando increíblemente bien y que por fin, estab...

Un reencuentro algo extraño.

La segunda escuela infantil de Clotilde ya estaba montada, por fin.  Martín y Clotilde estaban súper emocionados porque además, Martín había cambiado de puesto de trabajo a uno aún mejor y con mejores condiciones. Se encontraron con todas estas noticias varias semanas después de volver de Madrid. Su vida arrancaba de nuevo y mejor que nunca.  La nueva escuela infantil trajo consigo mucho más trabajo y mucho más personal, lo que hacía que a Clotilde le facilitara mucho su situación personal y fuese capaz de conciliar su vida laboral con su vida personal, y pasara más tiempo con sus pequeños fuera de la escuela infantil y pudiera atender sus necesidades mejor porque podría delegar funciones que antes no podía, lo cual la aliviaba bastante.  Martín ahora, sí podría decir que estaba completo, tanto emocional, como profesionalmente.  Clotilde había montado su escuela justo al lado de donde estaba el instituto donde estudiaba cuando era una adolescente. Una tarde, Clotilde...