19/12/2019

Vamos a continuar con nuestra querida Clotilde, que trae mucho que contar.
Desde muy pequeña le ha venido el mundo grande para explorar, pero siempre ha tenido una escapatoria, aunque a veces, no siempre ha sido muy buena. En su pueblo la conocían porque ha tenido siempre una capacidad de hablar con todo el mundo, de relacionarse con todo el mundo, muy grande, captando siempre la atención de los demás por su desparpajo, por su simpatía...
Pero como es una persona que le gusta probar cosas nuevas, meterse en proyectos nuevos que la lleven a conocer todo lo que la rodea, pues... siempre intentó coger el camino que la lleve a eso.
Hace 13 años, una tarde de invierno, llegó la madre de su mejor amiga y se presentó en su casa, enfadada y mosqueada porque se había enterado de que su hija había fumado maría y acusaba muy segura de que ese acto se debía claramente, a nuestra querida Clotilde, que para esta mujer, era una mala influencia, cuando lo que pasó en realidad, es que ambas dos, se habían ido de fiesta a un descampado, y en esa fiesta, no había precisamente ni agua para beber, ni simple tabaco para fumar, había mucho más, y ambas eran pequeñas, sin experiencia. La actitud de la madre de Clotilde fue clave para que nunca jamás, la madre de su mejor amiga volviera a interponerse en su camino, ni en el de su hija, sin influir en la relación de su mejor amiga con Clotilde, así que, con unas simples palabras, tales como: 'Señora, mi hija no es ninguna mala influencia para nadie, mi hija es una cría, de 14 años, pequeña, sin experiencia, y con ganas de conocer mundo, no justifico su conducta, pero no puedo aceptarle que diga que mi hija es una mala influencia cuando jamás obligaría a nadie a hacer nada que la otra persona no quiera, en este caso su hija.', y teniendo en cuenta, que ella conocía mejor a Clotilde que a ella misma, sabía de lo que hablaba, sabía cuando era alguno de sus tres hijos nada más rozaba la puerta al entrar, sabía cómo eran cada uno de ellos porque siempre se paró a conocerles desde que vieron el mundo por primera vez, y nunca les quitó el ojo, por eso sabía que su hija jamás sería capaz de influenciar a nadie para que hiciera algo que otra persona no quisiera hacer.
Y damos un paso hacia delante, 13 años más tarde, Clotilde ya con 27 años, sigue manteniendo su relación, tan activa, tan pura y tan sana como desde el principio, con su mejor amiga, teniendo en cuenta que sus circunstancias han cambiado, y su vida ha cambiado, pero siguen estando ahí, la una para la otra, que ha sido y es, una de las cosas más importantes para Clotilde.
Cada uno desarrolla su personalidad como debe, pero nunca debemos olvidar, que somos personas distintas, nunca se debe comparar a dos personas por el hecho de ser afines, porque como digo, no debemos olvidar, que somos personas distintas. 

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