Lo curioso de todo esto es que siempre conseguía hacer todo lo que quería en el día, sin ningún sobresalto, y Clotilde siempre la admiraba por ello, porque la mente de Clotilde siempre le impedía tener esa fuerza para ser capaz de evadirse y mejorar. Pero todo esto le servía a Clotilde para darse cuenta de la importancia de mejorar y aprendía de ella constantemente. María había llegado a la familia para transmitir aquella luz que antes no había, y eso lo tenían claro en ese momento y siempre.
Dejaban atrás todos aquellos problemas del pasado para seguir avanzando hacia un futuro mejor, y lo harían juntas.
Era un amor del que jamás dejarían de contagiarse en plena pandemia.
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