Una mañana en la que Clotilde se encontraba en la escuela infantil con sus hijos y organizando a su vez la creación de la nueva escuela infantil, en un hueco que tuvo entre reuniones y actividades con los niños y sus padres, llamó a Matilda, ésta no se esperaba su llamada y más en horas de trabajo.
Clotilde la llamó preguntándole por su embarazo y por cómo le iba todo, una llamada de amigas, de toda la vida.
El embarazo de Matilda iba avanzando muy bien a pesar de como ya os conté, lo que costó que se quedase embarazada.
Matilda trabajaba en un laboratorio como bióloga e investigadora y su marido era policía científico. Los dos se habían conocido en la universidad y como dicen, lo que la universidad une, que no lo separe nada. Durante la universidad, fue donde conocieron a Clotilde, porque Clotilde estudió magisterio y pedagogía en la facultad de educación que estaba justo al lado de la facultad de ciencias y compartían campus. Cómo acabo de decir, lo que la universidad une, que no lo separe nada, aunque la distancia y la vida ya sabemos que hace estragos, aunque yo siempre digo, que lo que debe permanecer unido, permanece unido.
Gracias a esto, se hicieron más que íntimos en su momento, pero el trabajo que todos conseguirían y la vida, les hizo distanciarse hasta que de nuevo, en otras circunstancias, se volvieron a encontrar.
Matilda después de acabar la carrera en Sevilla, se tuvo que ir a Madrid a trabajar porque fue donde consiguió el trabajo que buscaba y no tenía demasiadas oportunidades en Sevilla, así que fue un hándicap más para tener que distanciarse de todos.
Después de estar un buen rato charlando mientras ambas trabajaban, Matilda le dio la noticia: ¡Se mudaba a Sevilla! Clotilde se quedó sin palabras, dejó el ordenador y dejó todo lo que tenía en la manos porque no daba crédito: - ¿Pero y esto? - Dijo Clotilde emocionada porque no daba crédito a lo que estaba escuchando. Matilda, después de la risa que se había echado al escuchar la respuesta de Clotilde, le explicó que había conseguido la oportunidad que realmente estaba buscando profesionalmente allí en Sevilla y era, trabajar en un centro de investigación de biología marina. Clotilde seguía sin dar crédito y se emocionó de nuevo pensando que por fin, tendría a su mejor amiga con ella, cerca, donde compartiesen por fin el sueño de ambas: ver a sus hijos crecer juntas.
Es emocionante ver cómo a pesar de la vida, las circunstancias, el trabajo, los estudios, la distancia, etc, las relaciones cuando de verdad se quiere, se mantienen y pueden llegar a ser sanas, y esta es la moraleja del día de hoy, darse cuenta de que a pesar de la vida, lo que de verdad se quiere mantener, se mantiene.
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