Ir al contenido principal

Ante todo, unidos.

Hoy, después de dos meses y medio sin verla, Clotilde había vuelto a ver su hermana, a su hermana de otra madre, su mejor amiga. Fue emocionante, realmente emocionante, les faltó llorar. No paraban de hablar, de lo nerviosa que estaban no sabían ni para dónde iban, y lo único que iban a hacer era darse una mínima vuelta. 
De lo nerviosa que estaba, a Clarita iba a darle un ataque de ansiedad, se necesitaban y estaban tan cerca y tan lejos a la vez que ni se lo creían.
Clarita dijo: '¡pero Dios mío!, ¿dónde vamos, nena?' a lo que Clotilde respondió: 'Ay Dios, no lo sé, pero vamos, si no vamos a ir muy lejos, vamos'
Así fue, siguieron andando, andando y... dieron la vuelta a la manzana y volvieron.
Cuando se despidieron, costó trabajo que se fueran, pero muy a su pesar, se fueron, porque sabían que tenían que irse, pero si por Clotilde fuera, se hubiera quedado allí siempre, como antes.
Fue muy difícil, pero se dijeron antes de irse: 'volveremos a vernos, ¿verdad?' y se despidieron. Sí, volverían a verse, eso estaba más que asegurado. Todo iba a ser distinto pero igual a la vez. 
Este tipo de situaciones hacen a las personas más fuertes, más eficaces ante la realidad que nos acontece.
Ellas habían cumplido una de las reglas más importantes de estos momentos: ahora más que nunca unidos, fuertes y juntos a pesar de la distancia.
A ellas las separaba una distancia de media hora, a pesar de que Clarita hubiera estado fuera tanto tiempo, pero una siempre vuelve a donde la hacen y la hicieron feliz. 
Una nunca olvida de donde viene, nunca se debe olvidar, porque forma parte de nosotros y siempre lo hará, vivamos donde vivamos después.
Una historia de reencuentros que nunca olvidaremos después de que todo esto pase, jamás será lo mismo.
Siempre con la cabeza bien alta y diciendo: 'ante todo, unidos'

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La decisión después del accidente.

 Después de tan trágico accidente, y unos días después de la visita al hospital de Clotilde y Martín, Matilda regresaba a casa habiéndose recuperado física y mentalmente, esto que había ocurrido había sido un antes y un después en su vida. Tanto Matilda como su marido Marcos, habían tomado una decisión, el volver a intentar quedarse embarazada lo habían descartado al 100% puesto que después de esto, significaba que tanto ella como el futuro o futura bebé estarían en peligro y no estaban dispuestos a ello. Clotilde y Martín, después de estar pendientes en todo momento de Matilda y ejerciendo sus labores habituales tanto con el trabajo como en su familia, fueron una tarde cualquiera de otoño a casa de Matilda y Marcos a ver cómo estaban. Tanto Marcos como Matilda no pudieron alegrarse más de verles y más con sus hijos. Marcos, emocionado, les dijo - Sentaos que os tenemos que contar algo muy importante y serio.- Martín, ante estas palabras, era la primera vez que se ponía tan nervios...

Grandes noticias.

Clotilde, su marido y sus hijos decidieron darse un descanso, tanto mental, como físico, y decidieron cogerse ambos unas vacaciones en Fuenlabrada, Madrid. Fueron unas vacaciones turísticas muy buenas, teniendo en cuenta que no era lo típico de playa, piscina o rutas de senderismo de invierno, qué va, sino eran unas vacaciones de dejar el piloto automático de su vida en Sevilla, para empezar unos días de paz, diversión, pasar tiempo de calidad con sus hijos, conocerse más cada uno y entre ellos y sobre todo, de conocer un sitio nuevo con su familia. Fue una semana, una semana en la que se estaban hospedando en un hotel de 4 estrellas - lo nunca visto antes en su familia - que tenía jacuzzi y todo lo que nunca habían probado. Tenían por supuesto, pasatiempos para bebés y niños pequeños. Los pequeños se lo pasaron increíblemente bien, y los adultos, aún más, y diréis 'anda, ¿y eso por qué?' sencillo, ver que sus hijos se lo estaban pasando increíblemente bien y que por fin, estab...

Un reencuentro algo extraño.

La segunda escuela infantil de Clotilde ya estaba montada, por fin.  Martín y Clotilde estaban súper emocionados porque además, Martín había cambiado de puesto de trabajo a uno aún mejor y con mejores condiciones. Se encontraron con todas estas noticias varias semanas después de volver de Madrid. Su vida arrancaba de nuevo y mejor que nunca.  La nueva escuela infantil trajo consigo mucho más trabajo y mucho más personal, lo que hacía que a Clotilde le facilitara mucho su situación personal y fuese capaz de conciliar su vida laboral con su vida personal, y pasara más tiempo con sus pequeños fuera de la escuela infantil y pudiera atender sus necesidades mejor porque podría delegar funciones que antes no podía, lo cual la aliviaba bastante.  Martín ahora, sí podría decir que estaba completo, tanto emocional, como profesionalmente.  Clotilde había montado su escuela justo al lado de donde estaba el instituto donde estudiaba cuando era una adolescente. Una tarde, Clotilde...