Resulta que Clotilde y Martín, después de que los niños estuvieran ya dormidos, se pusieron a ver una serie de anime. Era raro, porque Clotilde no era muy fan de los animes desde nunca, sólo había visto uno y en su época de adolescente, pero pensó que era momento de compartir algo que no tenían en común, como era el anime, ¿Por qué? Porque Clotilde pensó que hacía mucho tiempo que ni siquiera podían compartir tiempo solos y tranquilos, y sobre todo, que también era momento de entender lo que a cada uno le gustaba aunque no fuese en común.
Martín vio por un momento rara la situación porque Clotilde jamás le había pedido algo así desde que eran novios, así que decidió preguntarle: - Amor, ¿Por qué has decidido esto? ¿Ha pasado algo? - Clotilde, sonriendo, añadió:
- Ha pasado que desde hace unos meses que cambiamos el ritmo de nuestras vidas, me di cuenta de que no estamos siendo totalmente nosotros el uno con el otro, de que no estamos siendo sanos en la relación ni con nosotros mismos y quiero cambiarlo - Martín, esbozó una sonrisa y dijo: - Tienes razón, no lo estamos siendo, porque no nos hemos parado a mirarnos el uno al otro -. Clotilde, riéndose emocionada, añadió - Y tanto, como que hasta me ha costado volver a recordar mirándote, el brillo tan especial que tenían y tienen tus ojos, y ver qué no los has perdido, me emociona. - Martín sonriendo, la abrazó y la besó haciéndole ver de nuevo, que cuando con simples detalles como el mirarse a los ojos y recordar, recuperan la esencia del verdadero sentido de la vida.
Mención del autor: no tiréis nunca el amor por la borda, y no hablo solo de este caso, amor de pareja, sino en general
Comentarios
Publicar un comentario