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Mostrando entradas de 2025

Cuando no dejas que la ansiedad se adueñe de ti.

La llegada del bebé, además de mucho amor, trajo también mucho, mucho cansancio consigo, más de lo habitual, pero sí que tenían que reconocer, que el amor se había multiplicado de nuevo. Se avecinaban rachas y épocas de mucho trabajo, y de mucho estrés, pero esta vez, Clotilde tenía claro, que no iba a permitir que el estrés se adueñara de ella. Como ya sabéis y si no, os lo cuento, Clotilde ha sido siempre una persona siempre que ha querido siempre tenerlo todo bajo control, y si algo no sabía si iba a ir bien o no, o si algo no salía como esperaba, la ansiedad se le subía por las paredes y el estrés aumentaba por momentos, pero esta vez, con la llegada del nuevo bebé, no iba a permitir que la ansiedad y el estrés no la dejaran disfrutar de lo que de verdad importa y le importaba, su familia, su bienestar y ante todo, el suyo propio.  Así, que tanto fue así que, una tarde, sabiendo que tenía que avanzar trabajo de las escuelas y que podía haber organizado mejores horarios para sus...

La llegada del bebé.

¡Clotilde se había puesto de parto! ¡LLEGABA LA BEBÉ! Sí, era una niña hermosísima, que estaba apuntito de nacer y de conocer a toda la familia que la esperaba con los brazos abiertos.  La espera se hizo interminable, pero por fin, llegaba.  Esa noche, Clotilde no pegó ojo en toda la noche, y Martín tampoco, los que sí que habían dormido plácidamente, eran sus hijos. A las 4 de la mañana se puso de parto y Martín corrió a avisar a la familia, y a dejar a los pequeños con los abuelos de urgencia para ir inmediatamente al hospital. Después de horas, muchas horas esperando a su llegada, al fin el momento había llegado: - ¿Familiares de Clotilde? - Martín, desesperado, atendió nervioso: - Yo, por favor, dígame que está todo bien -. El médico, con una sonrisa de oreja a oreja, dijo: - Mejor no pueden estar y más campeonas, no las he visto, venga conmigo - Martín, llorando, acompañó al médico y allí la vio, sonriendo y con la bebé en sus bracitos. - Ya está aquí amor - Dijo Clotilde...

Lo que conseguí escribiendo

En una etapa bastante avanzada de su embarazo, Clotilde sentía cada vez más ansiedad, más agobio, más estrés y más incomodidad. Se sentía como era normal muy hinchada y bastante tristona, tenía las emociones a flor de piel por lo que venía y por el cambio que suponía para su familia. Evidentemente, no quería transmitir ese malestar a su familia ni a su marido ni a sus hijos, así que tenía que intentar fingir e intentar poner buena cara, aunque Martín sabía que algo no estaba bien. Clotilde, después de hablar con Martín y decirle cómo se sentía, decidió coger su ordenador, pero esta vez, no para redactar informes ni para enviar documentos, etc., sino para escribir. Había abierto una hoja de word, y se había puesto a escribir como forma terapéutica, para reducir ansiedad. Ella no era consciente de que eso podía reducir la ansiedad, ni hacer que se sintiera mejor ni mucho menos que fuese una terapia. Pero conforme escribía y escribía, se iba encontrando cada vez mejor, y se llevó como dos...

El valor de la vida.

Hoy no vengo a hablaros de momentos de la familia, hoy vengo a hablaros de otra cosa. Vengo a hablaros de momentos que aparecen sencillamente viendo un vídeo de Youtube, sí amigos, Youtube. Resulta que estaba Martín en el salón con el ordenador portátil en sus piernas, mientras veía vídeos de youtube antes de ir a dormir. De repente, deslizando hacia abajo, le apareció un vídeo de un chico cuyo titulo era 'CÁNCER', ya la palabra da miedo, pues sí, así era. Así que lo vio, entero, y evidentemente, ya os imaginaréis de qué trataba. Lo vio mientras su cara se entristecía, totalmente concentrado y admirando cada palabra que con su voz transmitía a través del vídeo. Además, no sólo terminó de ver ese vídeo, sino, que le saltó otro del mismo, publicado dos días más tarde. Al final, terminó de ver ese segundo vídeo, y cerró el portátil con un sentimiento de admiración, sufrimiento y vitalidad a la vez, que no cabía en el pecho. Clotilde se acercó a preguntarle qué le pasaba, que se ha...

El progreso.

Clotilde y Martín volvieron con más ganas que nunca a casa para contar la noticia a su familia y sobre todo, a sus hijos. Les emocionaba pensar la reacción de sus pequeños al enterarse de que iban a ser hermanos mayores, ¡ay! qué ganas tenían.  En cuanto volvieron, su familia les recibió con los brazos abiertos, y esperaban impacientes su llegada. Poco después de comer, Clotilde les sorprendió diciéndoles lo siguiente: - Mirad, os hemos traído esto de Suecia, abridlo, abridlo - Clotilde y Martín, mirándose con la comisura de los lados hacia el lado derecho, esbozaron una sonrisa, y en cuanto los abuelos abrieron la caja, se encontraron el test de embarazo positivo de Clotilde y unas pantuflas pequeñas junto con mini juguetitos para los pequeños.  Los abuelos no daban crédito, - ¡UNA NUEVA INCORPORACIÓN A LA FAMILIA! - La madre de Clotilde se echó a llorar de la alegría mientras su padre la abrazaba más fuerte que nunca sonriendo y emocionado por la noticia. Clotilde, mientras ...

La sorpresa después del viaje.

Fueron unos días increíbles en Suecia, sí, Suecia. Vosotros diréis, "¡por dios, qué lejos se fueron!" Sí, así es, pero les hacía falta, creedme que les hacía falta, se dieron cuenta de que su relación pendía de un pequeño hilo, aunque rojo, pero de un pequeño hilo porque parecía que sí, que lo estaban llevando todo bien, pero no, no era así. Se dieron cuenta de que el no tener momentos para ellos, apenas tener tiempo incluso para hablar sobre ellos y sobre cómo están llevando su vida, les estaba afectando y no para bien.  Así que, el viaje les hizo reconectar otra vez de nuevo, como si hubieran empezado de nuevo, dándose cuenta de que lo que realmente importa, era estar juntos y la familia que habían formado.  Volvieron a recordar el momento en el que se habían enamorado y cómo se habían enamorado y cómo eso hizo que su relación evolucionara hasta lo que es hoy.  Tenían claro que no querían volver a lo que su relación se había convertido en estos años atrás, mucho estrés,...

El viaje de sus vidas.

Clotilde y Martín, después de empezar a compartir más momentos juntos por fin, después de darse cuenta de que necesitaban sanar entre ellos, se preguntaron algo importante: ¿y si ampliaban la familia? a ambos les costó decidir algo tan importante porque tenían dos más, y la nueva incorporación no sólo significaba un nuevo bebé y un nuevo hermanito/a para los peques, sino más responsabilidad y cambiar de nuevo el ritmo de sus vidas para convertirse en familia numerosa ¿estarían dispuestos a ello?  Ambos se morían de la ilusión por ampliar la familia, se morían de la ilusión, sobre todo ahora, que habían dado un vuelco emocional en sus vidas muy importante, pero... ¿de verdad estarían dispuestos a aceptar lo que conlleva ampliar la familia?  Era una decisión que no iban a tomar a la ligera, era algo que tenían que pararse, pensar detenidamente mientras siguen sintiendo y mirándose a los ojos reviviendo los momentos más importantes y esenciales de sus vidas.  Lo más importan...

Lo que hace ver una serie juntos.

Resulta que Clotilde y Martín, después de que los niños estuvieran ya dormidos, se pusieron a ver una serie de anime. Era raro, porque Clotilde no era muy fan de los animes desde nunca, sólo había visto uno y en su época de adolescente, pero pensó que era momento de compartir algo que no tenían en común, como era el anime, ¿Por qué? Porque Clotilde pensó que hacía mucho tiempo que ni siquiera podían compartir tiempo solos y tranquilos, y sobre todo, que también era momento de entender lo que a cada uno le gustaba aunque no fuese en común. Martín vio por un momento rara la situación porque Clotilde jamás le había pedido algo así desde que eran novios, así que decidió preguntarle: - Amor, ¿Por qué has decidido esto? ¿Ha pasado algo? - Clotilde, sonriendo, añadió: - Ha pasado que desde hace unos meses que cambiamos el ritmo de nuestras vidas, me di cuenta de que no estamos siendo totalmente nosotros el uno con el otro, de que no estamos siendo sanos en la relación ni con nosotros mismos y...

Arrancando, pero siempre con amor.

 Meses más tarde, por fin, la segunda escuela infantil de Clotilde ya estaba inaugurada. El sueño de Clotilde se hacía realidad.  Padres y madres trayendo a sus hijos a la nueva escuela infantil hacía que el alma de Clotilde se llenara cada día más, teniendo en cuenta que ver la cara de los pequeños entrando por la puerta de la escuela y la satisfacción de los padres de darse cuenta de que sus hijos estarían, no en buenas, sino en buenísimas manos, hacía que ella sintiera que de verdad, este era uno de sus sueños y que de verdad, estaba haciendo un buen trabajo tanto fuera, como dentro de casa.  El aprendizaje que ella había estado aplicando en casa con sus hijos junto con Martín, era lo que la había impulsado a montar y a desarrollar una segunda escuela infantil, porque sabía, que tenía mucho más que ofrecer y que enseñar a las nuevas generaciones. Clotilde tenía que presentar para el día siguiente a la inauguración un proyecto de la segunda escuela para incentivar a los...

Un mal día.

Clotilde se había levantado refunfuñando como si se tratara de un bufido de un gato. Martín, sorprendido, la miró mientras se levantaba para hacer el desayuno. Mientras le daba el beso de buenos días, le preguntó - ¿Qué te pasa, amor? llevas desde que te levantaste refunfuñando, anda, qué poquito te gusta madrugar eh amorcito, ay, ven que te de un abrazo fuerte fuerte mi amor. - dijo Martín, mientras la abrazaba por la espalda en la cama. Clotilde se despertó y se levantó mal, pero tal abrazo no lo podía rechazar. Mientras se levantaba y elegía la ropa que ponerse, refunfuñaba cual bufido de gato, y la primera del día, era que no había manera de encontrar qué ponerse. La segunda del día, la comida, Martín no tenía nada de hambre, y mientras ella había preparado la comida para ella y para los peques porque Martín le había pedido por favor, que no quería comer nada, ella se enfadó porque cuando entrada la tarde, Martín seguía sin comer. Clotilde se enfurruñó tanto, que le gritó diciéndol...

Un reencuentro algo extraño.

La segunda escuela infantil de Clotilde ya estaba montada, por fin.  Martín y Clotilde estaban súper emocionados porque además, Martín había cambiado de puesto de trabajo a uno aún mejor y con mejores condiciones. Se encontraron con todas estas noticias varias semanas después de volver de Madrid. Su vida arrancaba de nuevo y mejor que nunca.  La nueva escuela infantil trajo consigo mucho más trabajo y mucho más personal, lo que hacía que a Clotilde le facilitara mucho su situación personal y fuese capaz de conciliar su vida laboral con su vida personal, y pasara más tiempo con sus pequeños fuera de la escuela infantil y pudiera atender sus necesidades mejor porque podría delegar funciones que antes no podía, lo cual la aliviaba bastante.  Martín ahora, sí podría decir que estaba completo, tanto emocional, como profesionalmente.  Clotilde había montado su escuela justo al lado de donde estaba el instituto donde estudiaba cuando era una adolescente. Una tarde, Clotilde...

La sensación de honrar a quienes no están y la vuelta a la rutina sin piloto automático.

Por fin, habían vuelto a Sevilla, a su casa, habían dejado esa pausa grande para volver a su vida habitual, no volviendo a caer en aquel piloto automático que dejó sus vidas paradas.  Como habían quedado, Martín y Clotilde estaban preparando aquel homenaje a los padres de Martín que tanto estaban esperando.  Martín y Clotilde, emocionados, cogieron muchas de las fotos y recuerdos que tenían de los padres de Martín, e hicieron un mini altar que rodearon de velitas. Martín se quedó mirando fijamente todos esos recuerdos, y sonriendo, dijo - Así me querían ellos, y eso les transmitiré a nuestros hijos -. Clotilde, emocionada, no pudo evitar derramar alguna lágrima. Sonriendo los dos, llamaron a sus hijos que vinieron contentos para abrazar a sus padres. Martín empezó a contarles mientras cogía las fotos para enseñárselas a los niños, quiénes eran sus padres, y dónde creció él con ellos. Los niños se pusieron muy contentos porque ¡por fin sabían quiénes eran sus abuelos paternos! ...

El cambio de Martín y la vuelta a casa.

Después del momento tan emotivo y el abrazo tan tierno que se dieron Clotilde y Martín, subieron a casa juntos para recoger a sus hijos de casa de la vecina. Para Martín, este momento fue un antes y un después en su vida. No podía creerse que por fin, haya expresado todo lo que sentía, había llorado, se había emocionado y sobre todo, había dejado de callar. Era para él muy difícil expresar lo que sentía desde que murieron sus padres, era como si en vez de sus padres, hubiera sido él el que hubiera muerto. Por fin había conseguido abrirse de nuevo al 100%, volver a ser el que era.  - Gracias, amor, jamás pensé que podría volver a sentir así después de todo lo que pasó - Dijo Martín cuando ya estaban de vuelta en casa con los niños y metidos en la cama. Clotilde, ante esas palabras dijo - ¿Quieres que hagamos una cosa? - Preguntó Clotilde súper inspirada. Martín, sorprendido dijo - ¿Qué quieres planear? - Quiero que volvamos a Sevilla, y hacer un homenaje a tus padres, y contarles a ...

Lo que no se habla, no se sabe - Post especial.

Después de meses con la nueva incorporación a la familia con la llegada del bebé de Matilda y Marcos, Martín empezó a sentirse nostálgico, algo triste, recordó a su familia, lo que serían sus hijos actualmente si estuvieran sus padres. Se dio cuenta de que la noticia de la llegada del bebé de Matilda le había sobresaltado más de lo que él mismo se esperaba. No dejaba de pensar en sus padres, en lo que ocurrió con sus padres cuando él aún era un joven que por no tener no tenía ni pareja. No dejaba de pensar en aquel accidente que le dejó sin vida hasta que se encontró con Clotilde.  Os pongo en contexto: los padres de Martín sufrieron un accidente de tráfico cuando iban camino de vuelta a casa, Martín esperaba a sus padres en casa para ir juntos a comer, cuando la policía, siendo tan joven, le llamó diciéndole que sus padres habían sufrido un accidente de tráfico y que no habían podido salvar sus vidas.  Desde aquel entonces, Martín dejó de sentir y de emocionarse por las cosas...

Padres de verdad.

 La decisión se hacía realidad. Matilda y Marcos habían tramitado la adopción, y después de varios meses de frustración y de preparación para la adopción, por fin se confirmaba: ya tenían todo preparado para recibir a la pequeña: sí, era una niña, y bebé. Clotilde y Martín seguían viviendo en Madrid, yendo y viniendo con los peques a Sevilla porque tenían su negocio y al resto de la familia allí. Todas las tardes, después de trabajar, Matilda, Marcos, Clotilde y Martín y los peques se veían para tomar el café, lo tenían interiorizado ya como rutina, pero esta no iba a ser una tarde de café cualquiera: iban a contarle las nuevas. Clotilde y Martín como ya sabéis se alegraron de que la pareja por fin cumpliera sus sueños: ser padres. Matilda y Marcos se disponían a preparar maletas para recoger a la pequeña y recibirla con los brazos abiertos, iba a ser el mejor viaje de sus vidas. Clotilde le recordó antes de irse, que 'madre no es la que pare, sino la que cría.', porque sabía q...

La decisión después del accidente.

 Después de tan trágico accidente, y unos días después de la visita al hospital de Clotilde y Martín, Matilda regresaba a casa habiéndose recuperado física y mentalmente, esto que había ocurrido había sido un antes y un después en su vida. Tanto Matilda como su marido Marcos, habían tomado una decisión, el volver a intentar quedarse embarazada lo habían descartado al 100% puesto que después de esto, significaba que tanto ella como el futuro o futura bebé estarían en peligro y no estaban dispuestos a ello. Clotilde y Martín, después de estar pendientes en todo momento de Matilda y ejerciendo sus labores habituales tanto con el trabajo como en su familia, fueron una tarde cualquiera de otoño a casa de Matilda y Marcos a ver cómo estaban. Tanto Marcos como Matilda no pudieron alegrarse más de verles y más con sus hijos. Marcos, emocionado, les dijo - Sentaos que os tenemos que contar algo muy importante y serio.- Martín, ante estas palabras, era la primera vez que se ponía tan nervios...

Un accidente que cambió sus vidas.

A la mañana siguiente, después de que Clotilde pasara toda la noche sin dormir y Martín durmiera muy poco viendo a su mujer sin poder dormir, después de desayunar y estar todo preparado para irse a trabajar y los niños con mamá al cole, surgió la llamada, la peor llamada que en cierta manera Clotilde se esperaba: Matilda había perdido al bebé y tenía que retrasar su viaje a Sevilla y cancelar evidentemente su incorporación al trabajo nuevo. Martín y Clotilde no daban crédito a lo que estaban oyendo de boca del marido de Matilda. Matilda evidentemente se encontraba en el hospital ingresada de urgencia porque había tenido un aborto espontáneo. Resultó que Matilda estaba de tres meses, el embarazo iba bien, le habían hecho la primera eco, y en principio todo parecía estar bien, pero finalmente no era así, el embarazo no continuó y antes de los cuatro meses, perdió al bebé. Por más preguntas que se hiciesen Clotilde y Martín de por qué les ha tenido que pasar esto a ellos con lo que han lu...

La familia que uno escoge.

A veces pensamos que las cosas son muy difíciles cuando en realidad muchas de las cosas son cuestión de actitud. Después de aquella llamada de Matilda, Clotilde no podía esperar a contar tal noticia a Martín, así que inmediatamente después de colgar con Matilda y después de cerrar unas cuestiones de trabajo, llamó a Martín y le convocó en la escuela para contarle semejante noticia. A Martín le resultó bastante extraño que Clotilde le llamara para decirle que tenía que hablar con él en la escuela, cuando normalmente si es algo urgente, Clotilde cierra la escuela en ese momento. Tardó menos de 5 minutos de reloj en llegar con el coche. Clotilde emocionada, le invitó a sentarse en su despacho con un café y le contó semejante noticia: - ¡Habrá que ir a buscarles al aeropuerto! No me puede hacer más ilusión que nuestros amigos de toda la vida por fin, se vengan aquí a vivir, y encima, ¡con un amigo o amiga nuevo para nuestros pequeños!- Decía Martin emocionado y deseando contarle las nuevas...

Una llamada que cambiaría el rumbo.

Una mañana en la que Clotilde se encontraba en la escuela infantil con sus hijos y organizando a su vez la creación de la nueva escuela infantil, en un hueco que tuvo entre reuniones y actividades con los niños y sus padres, llamó a Matilda, ésta no se esperaba su llamada y más en horas de trabajo. Clotilde la llamó preguntándole por su embarazo y por cómo le iba todo, una llamada de amigas, de toda la vida. El embarazo de Matilda iba avanzando muy bien a pesar de como ya os conté, lo que costó que se quedase embarazada. Matilda trabajaba en un laboratorio como bióloga e investigadora y su marido era policía científico. Los dos se habían conocido en la universidad y como dicen, lo que la universidad une, que no lo separe nada. Durante la universidad, fue donde conocieron a Clotilde, porque Clotilde estudió magisterio y pedagogía en la facultad de educación que estaba justo al lado de la facultad de ciencias y compartían campus. Cómo acabo de decir, lo que la universidad une, que no lo ...

Se supone, que era un día como otro cualquiera, pero... No.

Una noche bastante calurosa de verano Clotilde estaba especialmente feliz porque después de aquella conversación con Martín, pensó que lo mejor sería darse cuenta de que las cosas podían siempre cambiar a mejor teniendo voluntad para ello y, además, que con pequeños detalles podrían solucionar grandes problemas. Martín ya veía en la mirada de Clotilde cierta felicidad que antes de esta conversación no tenía, lo que hacía que su relación mejorase muchísimo. Clotilde comenzó con su primera aventura, creando primero su primer diseño de su segunda escuela infantil. Noches y noches en vela diseñando primero bajo papel su segunda escuela. Una mañana, se levantó diciendo: "por fin, ya la tengo" Martín, mirándola sonriendo, comentó: - Jajaja, ya era hora cariño, que casi no duermes. No sabes cuánto me alegro y cuánto de orgulloso estoy de ti.- Clotilde esbozó una sonrisa y lo abrazó fuertemente. Sus hijos, recién despiertos, se fueron rápidamente a ver qué estaba pasando y vieron a s...

Una conversación que cambió sus vidas.

Clotilde no dejaba de darle vueltas a si la decisión que iba a tomar sería la mejor o no. Sabía que le quería y sabía que tener a sus hijos había sido una decisión de los dos y que para ella era una de las mejores decisiones de su vida, siendo la primera, él. Para ella era muy difícil pensar en que la relación con su marido se había convertido en algo rutinaria, algo monótona, y que, aunque eran felices y esas vacaciones habían hecho que se diesen cuenta de que realmente eran felices, la monotonía y la rutina, no era algo que hubiera desaparecido, y esa magia, esa diversión, ese romanticismo, ese tiempo para ellos, estaba mermando de manera significativa debido a ese piloto automático, y, aunque sus vidas habían cambiado para mejor, seguían teniendo esa rutina que a largo plazo, ella creía que les iba a afectar.  La decisión que tomó Clotilde fueron dos, y muy difíciles, una de ellas, hablar con su marido sobre su relación, decisión que le iba a costar porque tener una conversación...

Lo difícil que a veces es fácil.

Lo sencilla que puede ser la vida cuando uno se relaja y disfruta de la vida. Lo sencilla que es la vida cuando tienes el apoyo necesario y cuando piensas bien en tu situación y en las ventajas que la vida puede brindar. Lo bonita y sencilla que es la vida cuando tienes a gente que aporta a tu vida. Hoy lo que tengo para enseñaros es lo complicada que puede ser la vida cuando te surge de repente en una tarde, un agobio muy grande porque "se te pasa el arroz" por no tener una casa a tu nombre, por no tener un trabajo estable y tenerlo de manera temporal o no tenerlo. Por no tener pareja, por no tener o no querer hijos, por no tener dinero, por no tener el carné de conducir. Lo complicado que puede ser darte cuenta de que esa es tu realidad pero, ¿Y lo fácil que podría ser el darte cuenta de que estás vivo y estás sano, y lo fácil que podría ser darte cuenta de esto y luchar por tener, quizá no todo, pero... ¿Parte de todo esto? ¿Y lo fácil que sería darte cuenta de que realmen...

Una equivocación que se convirtió en la mejor decisión.

De vuelta de las vacaciones, Clotilde y su familia volvieron mucho, mucho más renovados, más calmados y sobre todo, más felices, dándose cuenta de lo que verdaderamente tenía valor en la vida: el estar en ella y tener en cuenta cada momento bonito que tenían, y sobre todo, la importancia de conocerse y tratarse.  El valorar y disfrutar cada momento, hacía que la vida fuese mucho más bonita, y mucho menos injusta. También os digo que una cosa es valorar cada momento y cada segundo de nuestra vida, y otra muy distinta es negar lo innegable y negar que todo era de color de rosas y que no había momentos malos, el creer eso era vivir en una utopía (una mentira para que me entendáis). Clotilde en teoría, se había levantado con buen pie, acababa de cobrar, y eso como a todos, la ponía aún más contenta. Tenía que comprar unos vuelos para verano para irse de vacaciones con su familia, pero se equivocó de destino y de fecha, y preguntaréis, ¿y cómo es posible? primero, porque no había desayu...

Grandes noticias.

Clotilde, su marido y sus hijos decidieron darse un descanso, tanto mental, como físico, y decidieron cogerse ambos unas vacaciones en Fuenlabrada, Madrid. Fueron unas vacaciones turísticas muy buenas, teniendo en cuenta que no era lo típico de playa, piscina o rutas de senderismo de invierno, qué va, sino eran unas vacaciones de dejar el piloto automático de su vida en Sevilla, para empezar unos días de paz, diversión, pasar tiempo de calidad con sus hijos, conocerse más cada uno y entre ellos y sobre todo, de conocer un sitio nuevo con su familia. Fue una semana, una semana en la que se estaban hospedando en un hotel de 4 estrellas - lo nunca visto antes en su familia - que tenía jacuzzi y todo lo que nunca habían probado. Tenían por supuesto, pasatiempos para bebés y niños pequeños. Los pequeños se lo pasaron increíblemente bien, y los adultos, aún más, y diréis 'anda, ¿y eso por qué?' sencillo, ver que sus hijos se lo estaban pasando increíblemente bien y que por fin, estab...

¿Una queja o una vida?

 - 'Hola amor, ¿cómo estás?' - Decía ella cuando llegó a casa con los peques de su escuela infantil mientras le daba un beso. Él, con la ternura que le caracterizaba, le dijo -'Contigo siempre bien.'.  Ella se había leído libros de autoayuda pensando que de verdad sólo los libros de autoayuda le ayudarían, pero no era consciente de que si no actuaba en consecuencia no conseguiría avanzar en su propósito de conocerse, de dejar de estar todos los días quejándose de todo, quejándose cuando la comida se le quemaba, quejándose porque llevaba muchas cosas y no podía con todo y nadie la ayudaba (o eso creía ella), entre otras muchas cosas. Había dado el paso importante de reconocer que ambos tenían un problema y poner remedio. Se obligó a pasar tiempo con ella misma y a tener momentos de introspección para conseguir avanzar más allá, conocer su problema real consigo misma. Sus hijos estaban bien atendidos, cuidados y sobre todo, amados, tanto por parte de papá como de mamá. No...

El renacer de Clotilde.

Año 2025. Qué de tiempo había pasado sin que Clotilde escribiera. Qué de tiempo había pasado desde la última vez que hablamos de Clotilde. ¿Qué habrá sido de su vida? pues yo te lo voy contar hoy. Clotilde como ya sabéis está casada con nuestro chico del tren y con dos criaturas preciosas. Nunca os dije quién era el chico del tren, verdad? Bien, este chico se llama Martín, el cual trabaja de ingeniero informático y ella de profesora de educación infantil. Ella se llevaba por la mañana a sus pequeños a la escuela con ella mientras él se iba a la oficina a trabajar - porque no, no trabajaba desde casa, tenía que ir a la oficina-. ¿Por qué podía ella llevarse a sus hijos a la escuela? porque efectivamente, la escuela es suya.  Estaban felizmente casados y sus hijos eran increíbles. Cada sonrisa de ellos les llenaba de vida, querían darles la mejor educación y sobre todo, el mayor amor que tenían. Tenían un problema común, y era que ambos vivían en automático. Vivir en automático sign...